La asociación proteccionista ARCA y diversas entidades del barrio de Santa Catalina se han unido para evitar que el derribo de edificios históricos de valor y las actuales normas urbanísticas causen la pérdida patrimonial de esta zona emblemática de Ciutat. Ya han mantenido una primera reunión y han formado un grupo de trabajo que impulsará todo tipo de iniciativas para informar a los residentes y, sobre todo, al nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de la importancia de preservar el barrio.

Según explicó la portavoz de la entidad dedicada a la protección del patrimonio de la isla, Àngels Fermoselle, "Santa Catalina debe ser un barrio para vivir y visitar, porque es muy atractivo para el turismo". Y cree que el patrimonio y la rehabilitación de edificios "son un importante motor para la economía, por lo que se debería aprovechar más".

El edificio de Argentina

La primera actuación prevista es intentar evitar la demolición del inmueble situado entre la calle Aníbal y la avenida Argentina, "porque tiene gran valor y es el símbolo de lo que puede ocurrir en cualquier lugar del barrio", en palabras de la portavoz.

Recuerda que se encuentra "en una de las únicas manzanas del barrio que se conservan, de forma íntegra, como eran antes", y señala además que "la avenida Argentina es la puerta de entrada a Santa Catalina", por lo que el derribo del inumeble sería como "eliminar el mascarón de proa de este tradicional barrio".

La normativa actual permite "destruir edificaciones como ésta, pese a ser un importante ejemplo de las construcciones típicas de Santa Catalina, y sustituirlas por inmuebles de más alturas, con chaflanes y desfigurando totalmente la manzana".

Como dice ARCA, "lo nuevo no tiene que ser más feo que lo que había antes". Añade Fermoselle que no están en contra de que haya edificios nuevos, siempre y cuando respeten "la antigua línea de fachada".

Por este motivo, la asociación dedicada a la preservación del patrimonio y los representantes vecinales de Santa Catalina han puesto en marcha el citado grupo de trabajo. "Queremos que Cort realice cambios urbanísticos para evitar esta desfiguración", resumen.

Cambio de normativa

Las propuestas a corto plazo no se refieren a la aprobación de un PERI (Plan Especial de Reforma Interior), sino que instan a una modificación puntual del PGOU para adaptar la actual normativa a la ordenación de los antiguos inmuebles existentes con el fin de mantener la unicidad, según explica Fermoselle.