Los centros de acogida para personas con problemas de inserción social que controla el Institut Mallorquí d´Afers Socials (IMAS), dependiente del Consell de Mallorca, están llenos y con lista de espera, excepto las instalaciones de sa Placeta, que cuentan con una ocupación del 80%.

Más de cincuenta personas con problemas de alcohol, de salud mental o que padecen algún tipo de drogodependencia o varias de estas situaciones a la vez y que voluntariamente o a través de algún servicio municipal o de las unidades móviles del propio IMAS quieren ingresar en alguno de los centros públicos que conforman la denominada Xarxa d´Inserció Social, se ven obligados a permanecer en la calle o continuar alojados en malas condiciones. Desde el IMAS, no obstante, su director técnico, Jesus Mullor, sólo acepta que "20 o 25 personas se encuentran en esta situación".

Si bien el centro de sa Placeta no tiene lista de espera y su nivel de ocupación es del 80%, se trata de unas instalaciones a las que no pueden ir todas las personas en peligro de exclusión, puesto que tiene un nivel de exigencia medio para aceptar el ingreso.

Tanto la Casa de Familia como su residencia, que acoge a personas con problemas con el alcohol están al cien por cien de su capacidad y con listas de espera de 22 personas en el primer caso, y de 14 en el segundo. El centro Turmeda, situado en el monasterio de La Real y que acoge a personas sin techo con inmigrantes extracomunitarios está también a tope y con una lista de espera de 21 personas.

El Refugi, por su parte, que es un centro que depende de la iniciativa privada, está cerrado desde el día 1 de julio hasta septiembre. También existe el centro de Can Gazà, sobre el que las administraciones carecen de datos sobre su ocupación.

A estas instalaciones hay que añadir también las unidades móviles de emergencias, además del equipo de valoración del IMAS, un servicio que carece de lista de espera y que, según Mullor, atiende de una u otra forma a todas las personas que reclaman información. El director técnico asegura también que los casos de extrema necesidad y urgencia siempre son atendidos, puesto que en cada centro se reserva un 4% de las plazas para estas situaciones. Mullor indicó asimismo que en estos momentos la situación es "mucho mejor que en invierno", cuando debido a las olas de frío se tienen que habilitar de forma periódica recursos extraordinarios en combinación con otras administraciones como el ayuntamiento de Palma, la conselleria de Bienestar Social y otros centros privados.