La concejala de Urbanismo del ayuntamiento de Palma, Yolanda Garví fue tajante ayer en la sesión plenaria: su departamento no va a modificar la ordenanza que establece las condiciones de apertura y funcionamiento de los locales de ocio en la ciudad y, en concreto, no atenderá la solicitud de la asociación de bares y restaurantes de sa Llonja en el sentido de atrasar el horario de cierre de domingo a jueves de la una de la madrugada a las dos.

La concejala manifestó asimismo no comprender la polémica suscitada por la asociación de bares y restaurantes por cuanto aseguró que ya se les había sido comunicada el pasado mes de diciembre.

En la sesión plenaria el presidente de la asociación de bares y restaurantes de la zona, José Palau, insistió en la necesidad del retraso del cierre, alegando que se está castigando a la zona en relación a otras de la ciudad. A su juicio, sa Llonja ya no reúne las condiciones por las cuáles fue declarada como acústicamente contaminada y ahora de especial protección, habiéndose convertido en "un sitio tranquilo y apacible".

Una afirmación no corroborada por los vecinos quienes, ayer tarde, llamaban a la Policía Local para denunciar un concierto autorizado en las inmediaciones de la zona de especial protección.