Hace cuatro años Caty Escandell aprendió en Barcelona los beneficios de la risa. Desde hace tres cursos imparte un taller de risoterapia en el Casal d'Infants i Joves Migjorn.
-¿Por qué se apunta la gente a su taller?
-La gente viene a desligarse del día a día, a liberarse del estrés. Mientras reímos no necesitamos pensar y afloramos el niño que llevamos dentro.
-¿Qué va a encontrarse el participante en este curso?
-Es un secreto, porque utilizamos elementos sorpresa, pero son actividades que generan una relación de amistad entre los asistentes.
-¿Qué beneficios aporta?
-Son muchos. En un sesión se pierden entre 300 y 400 gramos de peso; se aumenta la capacidad pulmonar, las defensas, se pierde el sentido del ridículo...
-¿A quién está dirigido?
-El arte de reír sin motivo es para todas las edades, aunque los niños lo necesitan menos. Las personas con la edad pierden la risa y con el curso aprenden a enfocar desde otro punto de vista, alegre y optimista