"Me siento profundamente enfermo (por mi adicción a la cocaína) y ahora soy consciente de ello",confesó el jueves 10 de abril Javier Rodrigo de Santos, el ex teniente de alcalde de Urbanismo de Palma por el PP ante la jueza que le investiga por presunta malversación de caudales públicos. De Santos, que no quiso responder a las preguntas de la fiscalía sobre detalles concretos de sus gastos en clubes de alterne homosexuales pagados con una visa oficial, sí rompió su silencio desde que estalló el caso el 12 de marzo para explicar su situación anímica y física.

DIARIO de MALLORCA ha tenido acceso a estas declaraciones ante la jueza Ana María San José, el fiscal Juan Carrau y su abogado defensor Bartolomé Vidal. Su breve, y adelantada, comparecencia judicial, ocupa casi un folio.

Varios años de consumo

El querellado empieza reconociendo que es consciente del alcance de la querella formulada contra él por la fiscalía anticorrupción y de la documentación que se adjuntó con la misma, entre la que destaca la relación pormenorizada de los gastos pagados en varios clubes de alterne homosexuales de Palma y Madrid con una visa de la Empresa Pública Municipal de Obras y Proyectos Urbanos de Palma (EMOP), una entidad que presidió entre 2003 y 2007.

A continuación perfila un resumen sobre sus últimos años de vida, donde habría compaginado una seria adicción a la cocaína con un cargo público de enorme responsabilidad.

"Por distintas causas en los últimos años he consumido cocaína de forma tal que me he visto inmerso en una profunda adicción a esa droga", se sincera el acusado que sigue en Madrid un tratamiento ambulatorio en un centro privado para tratarse de dicha toxifrenia y otras alteraciones.

De Santos no quiere, o no puede, explicar con más detalle cuáles han sido las causas que le llevaron a estar enganchado a la cocaína, pero sí que añade que su problema ha ido creciendo con el tiempo.

"La situación de adicción a la cocaína se ha acrecentado en los dos últimos años hasta esta parte...", añade.

Único responsable

Javier Rodrigo de Santos, que salió en libertad sin ninguna medida cautelar por parte de la magistrada San José, responsabiliza a su toxifrenia de haber empleado la tarjeta de crédito oficial del EMOP para gastarse, por lo menos, 50.804 euros en clubes de alterne.

Su consumo de cocaína habría crecido en los años que se investigan, y ésto provocó en el imputado "el consecuente deterioro de mi persona". "Esta situación es la única razón de los hechos objeto de este procedimiento, de los que yo soy el único responsable", apostilla con rotundidad De Santos.

A renglón seguido el ex edil del PP dice: "me he puesto en manos de profesionales médicos para que me ayuden a recuperarme". La parte final de su comparecencia está dedicada a las disculpas: "Quiero manifestar que lamento profundamente lo sucedido y quiero también pedir mil disculpas por las confianzas que he defraudado: a mi familia; a mis colaboradores; a mis compañeros y a toda la ciudadanía". Sus últimas palabras son para pedir "perdón" a todos ellos. De Santos no habla para nada de su adicción al sexo duro.