La denominación Instituto de Política Familiar encadena conceptos tan curiosos que sólo le falta un apéndice futbolístico para redondear un feliz ecumenismo. Seguramente porque estaba embarcada en cruzadas más edificantes, la preclara institución citada descubre con cierto retraso la esencia de la fiesta ibicenca. Es la "isla bacanal", según la describe en su denuncia urbi et orbi del vídeo Ibiza gay friendly, seguramente el artilugio promocional más acertado que hemos contemplado en años. Conviene recordar que la grabación está impulsada por el Consell de Eivissa, del PP. Se presentó en la feria Fitur, inaugurada por los Príncipes, dentro del apartado oficial Fitur Gay.

Ibiza gay friendly es una obra maestra de los sobreentendidos, aparte de un vídeo puritano para quien haya visto El lobo de Wall Street. Curiosamente, los denunciantes acusan a la grabación de tratar a la mujer como "puro objeto sexual", incluso en una escena "masajeada por dos hombres". Es decir, culpan al PP ibicenco de patrocinar una iniciativa insuficientemente gay. Con permiso, nos guiaremos por la trayectoria del Instituto para concluir que desea que Eivissa no atraiga el turismo homosexual, a falta de que las autoridades nos aclaren si este rechazo coincide con los intereses económicos de la isla.

¿Los miembros o simpatizantes del inequívoco Instituto han de rechazar el empleo en cadenas hoteleras que se beneficien del turismo captado mediante el vídeo Ibiza gay friendly, y que son todas? Desde nuestro eterno agradecimiento, la institución citada muestra valentía incluso frente a la Ley de Símbolos, al atacar la única bandera oficial de Balears, que es el billete de 500 euros. Su vibrante manifiesto en pro de un turismo abstemio „"la presencia del alcohol es constante" en el vídeo„ puede aligerar notablemente la asistencia a nuestras playas el próximo verano. Bauzá conocerá pronto de primera mano las contradicciones a que abocan las indeclinables exigencias de los círculos integristas que cultiva. Sodoma, ha llegado tu hora.