El asunto de la herencia recibida es un clásico del género político, que debe seguir en pantalla, tanto por respeto al género como por su utilidad, pues permite dejar las pulgas en el bicho anterior y empezar limpio. Ahora bien, conviene no abusar. Después de la tanda autonómica y local, ahora le llegará el turno a la gestión nacional de la crisis. Si la crisis es global, si ningún país ha conseguido librarse de ella, si las fórmulas para afrontarla han ido cambiando, si aún hoy nadie sabe si es mejor seguir apretando o soltar un poco y si, en fin, España no ha caído tanto para lo mucho que había subido, sería absurdo creerse de veras que todo lo que nos ocurre es culpa del Gobierno. No digo que no se diga, pues forma parte del libreto, y una campaña es una campaña. Pero que no parezca que se lo creen del todo, pues si se lo creyeran habría que empezar dudando de su inteligencia.