En España hay siete comunidades autónomas cuyo crecimiento de población es superior a la media estatal, del 0,3%. Esta lista la forman Balears, con un alza del 1,1%, Madrid (1,1%), Canarias (0,9%), Navarra (0,6%), Cataluña (0,5%), Murcia (0,5%) y la Comunidad Valenciana (0,4%). Es decir, las autonomías del eje mediterráneo, que son las que muestran también la mejor evolución económica, a las que se suma el archipiélago canario, muy dependiente de un turismo boyante (al igual que Balears), Navarra con su ventaja del régimen foral, y Madrid, ésta última claramente beneficiada por su condición de capital del país que conlleva la implantación de la sede de muchas grandes empresas.

Por contra, pierden habitantes Castilla y León, Extremadura y Asturias, todas ellas con bajadas del 0,7%; Castilla-La Mancha y Galicia, con descensos del 0,3%, y Aragón, con una reducción del 0,1%, zonas con menor impulso económico y en muchos casos poblaciones más envejecidas.

Pere Salvá, catedrático de Geografía Humana de la UIB, destaca este hecho para remarcar la importancia que el factor de desarrollo económico está teniendo en estas tendencias, y más concretamente el peso que el mercado laboral ha adquirido, como polo de atracción de aquellos puntos del país en los que resulta menos complicado acceder a un puesto de trabajo después de una dura crisis.