El acalde de Alaró, Guillem Balboa, se perfila como candidato de Més a las elecciones de 2019. El edil es el único nombre que hay ahora mismo como solución de consenso sobre la mesa de los ecosoberanistas para evitar el enfrentamiento entre Fina Santiago y Bel Busquets. El acuerdo entre las corrientes de PSM e IniciativaVerds no está sellado y Balboa tampoco ha dado su 'sí'. Sin embargo, si la operación para llegar unidos detrás de la figura del alaroner naufraga, la coalición quedará abocada al enfrentamiento.

Después de un mes de conversaciones sin avances significativos, el PSM ha propuesto esta semana, en una reunión con sus socios de coalición de IniciativaVerds, el nombre de Guillem Balboa como candidato de Més en las elecciones autonómicas de 2019. La propuesta busca ser una salida de consenso que evite que la vicepresidenta y consellera de Turismo, Bel Busquets, y la consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago, se tengan que medir en su próximo congreso. Así, Balboa, que se convirtió el pasado verano en el primer alcalde negro de Mallorca, se convierte en el último cartucho para evitar un duro enfrentamiento en el seno de Més.

Si bien todavía no hay acuerdo cerrado entre las corrientes de Més, Balboa, que es miembro del PSM, sería visto con buenos ojos en IniciativaVerds. No obstante, antes de sellar el acuerdo, se espera a tener un 'sí' que Balboa aún no ha dado. El alaroner sabe que su nombre ha sido propuesto pero, según explican en Més, todavía medita si aceptar o no.

"Tiene dudas, así que no hay nada hecho", alertan voces del partido, que sin embargo lo ven "una muy buena opción con la que acudir a las elecciones". De hecho, el partido ha tratado de que no trascendiera su nombre antes de tener una respuesta para "no ponerle más presión encima".

"No hay plan b"

En la coalición confían en tener en el plazo de entre una y dos semanas el acuerdo cerrado. De lo contrario, las dos corrientes no se darán más tiempo. Aunque en el transcurso de las conversaciones han ido sonando los nombres del alcalde de Palma, Antoni Noguera, o del presidente del Consell, Miquel Ensenyat, tanto el partido como ellos prefieren que uno como el otro se vuelquen en repetir al frente de sus respectivas instituciones. Por lo que, si naufraga la operación Balboa, no hay plan b ni visos de que las dos candidatas en liza, Santiago y Busquets, den un paso atrás. "Todo el mundo coincide en que lo mejor es llegar con un consenso al congreso. Que hubiera más de un candidato entraría dentro de la normalidad, pero en este escenario se viviría como una confrontación", valora otra fuente ecosoberanista, que sin embargo asume que, "si no hay consenso, habrá enfrentamiento", eso que en el partido ya llaman el "mujer contra mujer".

"El problema que hay con Fina [Santiago] y con Bel [Busquets] es que ninguna de las dos genera el consenso necesario en el partido", explican desde Més. "No es tanto por ellas, como por los sectores a los que representan", señalan. "Parece que todo depende de Guillem [Balboa]. Si dice que no, tendremos el enfrentamiento", relatan quienes confían en el 'sí'.

Primer alcalde negro de Mallorca

De modo que todas las esperanzas pasan por el alcalde de Alaró. Balboa, nacido en Malabo (Guinea Ecuatorial), en Mallorca desde que los cuatro años, y hermano de la cantante Concha Buika, llegó al frente del consistorio fruto del acuerdo de gobierno entre PSIB y Més por el que se repartieron los cuatro años de alcaldía.

Balboa fue arropado por un enorme despliegue del partido en su mediática toma de posesión, a la que no faltaron los principales cuadros de los ecosoberanistas. Ahora tendría en sus manos la opción de ser candidato al Parlament y, por extensión, a la presidencia del Govern balear.

Si se sella el acuerdo, las dos corrientes de Més empezarán a trabajar conjuntamente en la nueva cúpula y estructura del partido, que es lo que se decidirá en el congreso que tendrá lugar en marzo. Posteriormente, Balboa sería, como ya lo fue Biel Barceló en 2014, el único aspirante a candidato de Més en las primarias que, previsiblemente, los econacionalistas celebrarán antes del verano.