La subida del impuesto turístico, denostado desde sus orígenes por hoteleros y compañías de cruceros, permitirá engrosar las arcas autonómicas con hasta 120 millones de euros, según las previsiones realizadas en su día por el Govern. El incremento impositivo implica que, a partir de este año, se dupliquen todas las tarifas establecidas para las distintas clases de establecimientos turísticos. De esta manera, el importe más frecuente -el que corresponde a hoteles y apartamentos de cuatro estrellas y tres estrellas superior- pasará a ser de tres euros por persona y día de estancia. La visión trasladada desde el Govern desde que anunció la medida incide en la idea de que se trata de un gravamen que contribuye a revertir el impacto que tiene sobre el territorio la llegada de turistas. Recuerda también que su aplicación no ha supuesto una disminución en el número de visitantes, como lo acreditan las temporadas de récord.