El Consell de Mallorca acaba de sacar un concurso público para realizar una auditoria a sus dos empresas concesionarias de residuos, Tirme y Mac Insular, por 605.000 euros, más de 100 millones de las antiguas pesetas. Es la primera vez que se realiza esta auditoria, que además de económica será de gestión, ya que las dos empresas tienen estipulado por contrato la contratación de una auditoría anual, además de las auditorías que realiza el propio departamento de Intervención. La consellera insular de Medio Ambiente, la podemita Sandra Espeja, aseguró ayer a este periódico que la iniciativa de esta auditoría responde a la "línea política del partido con el objetivo de identificar las posible patologías de estas dos concesiones".

Espeja subrayó que no solo se trata de una auditoría económica: "Queremos un análisis completo con las líneas muy claras de como funcionan las dos concesiones. Además de la parte económica, pretendemos que se evalúen las variaciones en los costes de la incineración, las tarifas y que se acometa la redacción de un nuevo reglamento para la explotación y gestión de los residuos en Mallorca". Tirme se encarga de la gestión de los residuos sólidos urbanos, mientras que Mac Insular de los de construcción.

Licitación

En concreto, el anuncio de la licitación ha sido publicado en el Boletín Oficial de les Illes Balears (BOIB) y en el DOE, el boletín oficial de la Unión Europea que por la elevada cuantía del contrato es obligatoria su inserción. En la descripción del objeto del contrato se habla de una "auditoría económica, financiera, operacional y consultoría técnica, económica, jurídica y ambiental de las dos concesiones de los servicios públicos insularizados de gestión y tratamientos de residuos" de Mallorca. La consultora elegida tendrá 10 meses para realizar el trabajo por el que se embolsará más de 500.000 euros, en función de la rebaja económica que realicen.

Ni en el PSIB ni en Més están muy contentos con tener que gastar esta cantidad de dinero en una auditoría de estas características. Entre otras cosas porque la propia empresa concesionaria tiene la obligación de contratar una evaluación externa de su gestión cada año. Sin embargo, aseguran que se trata de una de las condiciones de sus socios podemitas incluidas en los acuerdos del Pacto.

Las últimas auditorías encargadas por el Consell a Tirme y Mac Insular data de hace dos legislaturas, en concreto de cuando la actual presidenta del Govern, Francina Armengol, comandaba el Consell. El coste de aquellos encargos realizados por el Consell no superaron los 30.000 euros.

La consellera Espeja argumenta el elevado coste apuntando que se trata de dos auditorías que incluyen muchas más cosas que una evaluación de la gestión económica y recordó que este tipo de trabajos requiere una empresa especializada muy potente.

PP: "Despilfarro de dinero"

Catalina Soler, consellera insular del PP y responsable de Medio Ambiente durante la pasada legislatura, aseguró a este periódico que "se trata de un despilfarro de dinero público sin precedentes en el Consell". Soler recordó que las últimas auditorías realizadas a Tirme y Mac Insular "no llegaron a 30.000 euros y supone despilfarrar dinero pagar 650.000 euros en una nueva auditoría".

La popular recordó que en el departamento hay técnicos que se encargan de esta función: "El Consell tiene todo un equipo de técnicos para controlar la gestión de las concesionarias, además de que las concesionarias tiene estipulado por contrato pagar auditorías externas".