Encontrar trabajo sigue siendo más fácil si se tiene titulación universitaria. Sin embargo, la incorporación al mercado laboral al salir de la universidad no es inmediata. Al menos, no lo es para uno de cada tres titulados de Balears, que tarda más de seis meses en acceder a un puesto de trabajo. Además, los empleos no responden siempre a la titulación de la que se dispone, a veces ni se exige título, y, en ocasiones, cuentan con remuneraciones por debajo de los 1.000 euros al mes.

Son datos del Anuario de la Educación de Balears de 2017, que dedica uno de sus apartados al seguimiento de las primeras promociones de titulados universitarios con el Plan Bolonia y de su inserción en el mercado laboral dos años después de acabar la carrera. La primera conclusión que desprende es que no hay diferencias entre los primeros titulados de Grado y los antiguos titulados de Diplomatura y Licenciatura.

Según se desprende, tener titulación universitaria sigue siendo la mejor baza para tener trabajo. De la primera promoción del Plan Bolonia, graduada en 2013, el 81 por ciento de los titulados en la UIB está en activo, el 9 por ciento inactivo y apenas un 10 por ciento se encuentra en el paro. Eso sí, mientras que el 68 por ciento estaba trabajando solo seis meses después de acabar la carrera, un 32 por ciento tardó más de medio año en encontrar un empleo.

En un 49 por ciento de los casos, los primeros contratos firmados son temporales, mientras que un 13 por ciento empieza a trabajar como autónomo. Sólo un tercio obtiene un contrato indefinido. Por otra parte, uno de cada cinco graduados accede a trabajos que no exigen ni su titulación universitaria ni ninguna otra.

Precariedad laboral

Por lo que se refiere a las condiciones de los trabajos a los que acceden, la mayoría, hasta un 41 por ciento de los titulados, trabaja con una remuneración de entre 15.000 y 24.000 euros al año. Es decir, con sueldos de entre 1.100 y 1.800 euros al mes incluyendo pagas dobles. No obstante, uno de cada cinco, un 22 por ciento, trabaja por menos de 12.000 euros al año. Es decir, por menos de 1.000 euros mensuales. De esta manera, el Anuario de la Educación señala que "un número importante de graduados ocupa un puesto de trabajo que podría considerarse precario, tanto por el nivel de ingresos como por sus funciones". Sólo un 10 por ciento de graduados cobra más de 30.000 euros.

Según apunta el anuario, los salarios más altos son para los graduados de carreras técnicas como las ingenierías, mientras que las retribuciones más bajas son para aquellos de humanidades.

Pleno de Turismo y Trabajo Social

De hecho, los graduados de carreras como Historia o Filología Catalana están entre los que más dificultades tienen para acceder al mundo laboral. Concretamente, Químicas y las dos citadas son las que tienen porcentajes más bajos de ocupación: 20, 45 y 50 por ciento respectivamente. Sólo Geografía, con un cero por ciento tiene una tasa más bajo, sin embargo, el bajo número de graduados impide que la muestra sea representativa. De Humanidades, carreras como Filología Hispánica o Filosofía se acercan al 60 por ciento de ocupabilidad, con un porcentaje similar a Derecho. Incluso, el 85 por ciento de los graduados en Historia del Arte encontraron trabajo. Mientras, las titulaciones de magisterio se mueven alrededor del 75 por ciento.

Las carreras que mejor ocupación consiguen son Economía, Turismo y Trabajo Social, que consiguen un 100 por cien de ocupabilidad. Se queda cerca del pleno, con un 97 por ciento, Edificación. Enfermería, Fisioterapia, Filología Inglesa y Administración de Empresas (ADE) superan también el 90 por ciento. De Medicina todavía no hay datos ya que la primera promoción todavía va por su segundo año de carrera.