El primer arquitecto contratado por el Govern para construir el Palma Arena no había llevado a cabo ningún edificio grande cubierto antes del velódromo, según ha explicado hoy en su declaración como testigo ante el tribunal Luis García Ruiz, otro de los profesionales que trabajó en la construcción.

En la tercera jornada del juicio contra el expresidente del Govern Jaume Matas y el ex director general de Deportes José Luis "Pepote" Ballester por la contratación de los arquitectos del Palma Arena, uno de los responsables del despacho local de arquitectura que colaboró con Ralph Schürman ha detallado que supieron posteriormente que el alemán era especialista en pistas, no en velódromos.

Según el arquitecto García Ruiz, unos dos años después de iniciar la colaboración con Schürmann, supieron que "era experto en pistas". "Nos consta por su equipo que edificios grandes, cubiertos, yo creo que no había hecho nunca", ha afirmado.

"El técnico que al parecer recomendó la UCI era un buen técnico en pistas pero hacer esta obra le venía muy grande", ha afirmado. Uno de los arquitectos mallorquines que le sucedieron en la obra ha incidido en que el primer contratado "no estaba capacitado" y eso fue un problema que arrastraron hasta el final.

Tampoco los García Ruiz habían hecho nunca un velódromo antes del Palma Arena, ha admitido.

Ha contado que su participación en el velódromo comenzó cuando desde Presidencia del Govern llamaron a su despacho, hablaron con su hermano y quedaron para que fuera al día siguiente. "Fue a ver al presidente, al despacho del presidente Matas" y le propusieron colaborar con un arquitecto, ha explicado.

También ha señalado que su esposa conocía a Matas porque habían sido vecinos y ha detallado que el expresidente asistió a la boda de su hija.

Sobre el coste del Palma Arena, presupuestado por el Govern en 46,5 millones, el arquitecto ha asegurado que "el primer proyecto que había esbozado Schürmann todavía era mucho más caro, en un momento dado se valoró en 110 millones de euros sin IVA".

"Después, a base de sustituir cubierta y cosas se pudo abaratar y agilizar la obra", ha dicho. Un funcionario de la administración que declaró ayer como testigo cifró los pagos realizados por el Govern por el Palma Arena entre 75 y 80 millones de euros.

Según García Ruiz, trabajaron con Schurman durante 6 meses de manera provisional y sin contrato antes de formalizar su relación profesional, por lo que pidieron a la administración que se formalizara algún pago y les abonaron 12.000 euros. Luego cobraron 80.000 euros del arquitecto alemán.

La obra empezó en junio de 2005 y que hasta que la administración rescindió el contrato con Schürmann en febrero se habían ejecutado las infraestructuras de una parte del velódromo; la excavación de un porcentaje del mismo, se habían iniciado una parte de los cimientos del edificio y se había construido la mitad de un aparcamiento.

Después de que la administración rescindiera el contrato con el primer arquitecto, no había ningún proyecto de ejecución cuando asumieron la obra y únicamente pudieron aprovechar alrededor de un 8 % de lo hecho hasta entonces.

Según Luis García Ruiz, de los 8.595.000 euros por los que fueron contratados, en concepto de honorarios ellos se quedaron un 3,45 % porque el resto fue para pagar a los distintos profesionales que participaron en la obra.

"Estábamos en unas condiciones que era muy difícil trabajar", ha dicho el arquitecto.

Ante la pregunta de si siguieron adelante con el velódromo porque se habían comprometido con el presidente Matas, ha respondido: "Con el presidente Matas, con nosotros mismos y con Baleares. Se trataba de hacer ese trabajo y desarrollarlo hasta conseguir acabar esta obra, pero daban muchas ganas de salirse", ha admitido.