La Federación de Entidades Locales (FELIB) lamentó ayer lo sucedido en Establiments, donde el sábado de noche se celebraba una fiesta vecinal que acabó con ocho menores de entre 12 y 14 años atendidos por el 061 por haber consumido alcohol en exceso. El presidente de la organización, Joan Carles Verd, alcalde de Sencelles, razonó que hay medidas de control y restricciones que los ayuntamientos pueden tomar, pero recordó que los padres también han de responsabilizarse de lo que hacen sus hijos.

En este sentido, Verd indicó que los alcaldes acordaron informar al Defensor del Menor de los casos de comas etílicos sucedidos en las fiestas de sus municipios, para que esta figura luego dé los pasos que considere necesario. Verd señaló que hay que diferenciar de un caso puntual del "chaval que cada fin de semana está emborrachándose en alguna verbena" e indicó que incluso algunos casos podrían ser susceptibles de llegar a Fiscalía de Menores por "un tema de protección".

La FELIB llevó a cabo una jornada el pasado junio bajo el epígrafe Medidas de seguridad, autorizaciones de actividad y el consumo de alcohol y drogas en las fiestas populares, en la que se pusieron sobre la mesa medidas como vetar el acceso a las celebraciones a menores de 16 años que no vayan acompañados.

Verd recomienda esta restricción tras haberla aplicado con éxito este verano en las verbenas de Biniali, que se habían convertido en un ejemplo de fiestas que atraían a jóvenes de toda la isla (más de 6.000 personas acudían a un núcleo con unos 1.500 habitantes): "La prohibición tiene ya un efecto disuasorio importante: este año ha venido mucha menos gente". Además se han reforzado los controles para hacer cumplir las ordenanzas que prohíben el botellón. Entre todo, se ha notado una mejora: si el año pasado se registraron seis comas etílicos de menores, este verano sólo se ha atendido uno y mientras que en 2016 tuvieron lugar "decenas" de peleas, este año ha hecho falta intervenir en dos peleas.

"Trabajo en red"

El presidente de la FELIB aconseja otras iniciativas educativas en coordinación con APIMAS y policías tutor. Esta línea es la que defiende la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA), que ayer expresó su preocupación por lo sucedido en Establiments y abogó por "el trabajo en red" para hacer frente a una problemática (el consumo de alcohol por parte de menores) "que es de todos" y que no tiene "un solo factor" ni un único efecto (ruido, peleas, conflictos, suciedad... además de un problema de salud pública).

Por eso FAPA participa en el programa FERYA y trabaja en la concienciación y la prevención, además de formar parte de la Plataforma de Ocio de Calidad de les Balears. Esta entidad recordó ayer que está prohibido vender alcohol a menores e instó a la sociedad "a mantenerse vigilante". Subrayó la importancia de "aumentar el apoyo social y una implicación más contundente en la prevención del consumo de alcohol".

Desde el ayuntamiento de Palma se señaló que la fiesta tenía todos los permisos y que, en cualquier caso, defienden el consumo responsable y el ocio saludable.