Los funcionarios que están investigando las supuestas irregularidades descubiertas alrededor del grupo Cursach han detectado sospechosas maniobras para intentar que algunos testigos no declaren. La pasada semana la Policía detuvo a tres personas, que más tarde ingresarían en prisión. Una de ellas es el antiguo jefe de sala de la discoteca Tito´s, un trabajador ya jubilado que está acusado de organizar las fiestas privadasen las que supuestamente participaban policías locales de Palma, a cambio de que la empresa recibiera después un trato de favor con respecto a otros empresarios del sector nocturno. Este antiguo empleado ya fue detenido y puesto después en libertad por el asunto de estas fiestas.

Sin embargo, la pasada semana se le volvió a detener al detectar los investigadores que estaba realizando maniobras con antiguos compañeros, para conocer quién de ellos había sido el que facilitó todos los detalles de estas fiestas. Pero, además, también se detuvo a dos individuos de nacionalidad rumana, que supuestamente habrían contactado con el antiguo jefe de sala de Tito´s para que intentaran amedrentar a los testigos, para asegurar así su silencio.

Estos dos rumanos que también habían trabajado para el grupo Cursach están ahora mismo en la cárcel de Palma acusados de amenazas, a pesar de que negaron en todo momento que hubieran sido contratados para coaccionar a posibles testigos de la investigación.

Una cruz y un nombre

La prueba principal que demuestra que estas amenazas sí se han producido es un folio que fue depositado en el buzón de una persona que podría estar relacionada con la investigación. En la parte superior del documento aparece anotada la palabra RIP, justo encima del dibujo de una cruz y el nombre entero de esta persona. Este documento ha sido interpretado como una amenaza, enviando un mensaje claro al remitente de que si decide colaborar con la investigación, su vida podría correr serio peligro.

La Policía está muy pendiente de todos los movimientos que se están produciendo alrededor de este caso, sobre todo para proteger a los testigos que han tenido la valentía de contar todos los hechos que demostrarían, presuntamente, entre otras cosas, el trato de favor que habría recibido la empresa que creó Bartolomé Cursach, para mantener una posición preferente en el negocio nocturno de Palma.

Los investigadores temen que, a pesar de la condición de protegidos que ha dispensado el juzgado a estos testigos, los investigados ya hayan descubierto las identidades de estos "delatores". El caso sigue bajo secreto de sumario y, por tanto, no se conoce el contenido exacto de los hechos que han podido desvelar estos testigos. Pero estas amenazas, en ocasiones a través de mensajes indirectos, tendrían como objetivo conocer cuanto antes qué pruebas, basadas en estos testimonios, maneja el juez para mantener en prisión a Bartolomé Cursach.

Pero al margen de todos estos movimientos, el juzgado continúa tomando declaración tanto a nuevos imputados, como a otros testigos, que van aportando detalles importantes que pueden ayudar a la investigación. El pasado martes se detuvo a otro policía local, que ha reconocido que estuvo trabajando, por la necesidad de obtener un sueldo extra, en uno de los locales de Cursach. Ayer también se tomó declaración como investigado a un importante empresario del sector de la seguridad privada. Se le preguntó sobre los acuerdos que mantenía con el grupo de ocio. El juez le dejó en libertad, aunque mantuvo la condición de investigado.

Esta semana han sido varios los policías que han sido llamados a declarar y en los próximos días se prevé que declaren otros. Estas diligencias responden a que cada día son más los policías que han sido identificados dentro del grupo de invitados que asistían a estas fiestas en la sala privada de la discoteca del Paseo Marítimo. Hay testigos que han asegurado que algunos de estos policías consumían la droga que previamente habían intervenido a los traficantes callejeros. La empresa, al mismo tiempo, invitaba, supuestamente, a los funcionarios policiales a tener relaciones sexuales con prostitutas, cuyos servicios eran financiados por la empresa.