La economía balear dejará de liderar el crecimiento español, pero mantendrá un ritmo de avance del 2,6% este año y del 2,5% el que viene, ligeramente inferior al 3,2% de 2016. O eso prevé BBVA, según los datos que presentó ayer en Palma, Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research. "El crecimiento se mantiene robusto", sintetizó, antes de advertir de que la economías de las islas afronta dos amenazas: una subida de tipos de interés que restará capacidad de compra a las familias a partir de finales de 2018, y el posible impacto de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Miguel Cardoso asegura que gran parte del impacto del brexit ya se produjo el verano pasado, cuando la libra se desplomó. Y sostiene que destinos competidores como los del Caribe, Turquía y otras economías más dependientes de divisas como el dólar van a verse aún más afectados que la zona euro, por depreciaciones de la libra aún mayores que la que ha sufrido con el euro. Pero nada de eso evitará un nuevo impacto, que vendrá en forma de pérdida de poder de compra de los trabajadores británicos. "Aunque el brexit esté descontado, y otros destinos no se han vuelto más competitivos por esa depreciación de la libra con sus monedas, el poder adquisitivo de los turistas británico ha caído un 20%".

O dicho de otro modo: "Aunque esos turistas británicos no se vayan a ir a Brasil o el Caribe, cuando vengan a Mallorca podrán comprar un 20% menos, y eso va a tener un impacto en el gasto de los turistas británicos y puede tener un impacto en los márgenes de las empresas, en la medida que decidan reducir precios para que la demanda no se vea afectada", ejemplifica Cardoso. Es decir, puede que vengan los mismos turistas británicos o incluso más, pero los que aterricen en la isla lo harán un 20% más pobres. Por todo ello, Cardoso afirma que el impacto del brexit será "mayor en Balears": "En ausencia del brexit nuestra previsión de crecimiento para las islas, en vez de ser del 2,5%, sería más bien del 3%".

Más empleo, pero precario

Pese a esas amenazas, las perspectivas económicas siguen siendo felices para Mallorca. El economista jefe de BBVA Research concreta que la prosperidad del conjunto de la economía tendrá repercusión en el empleo: después de romper el año pasado la barrera de los 500.000 trabajadores activos en las islas, Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera creará otros 32.000 puestos de trabajo durante este año y el que viene, con lo que la tasa de paro se reducirá hasta niveles inferiores al 8%, "similares ya a los que había antes del inicio de la crisis en 2008". Y subiendo: si la tónica se mantiene, en BBVA auguran que el empleo se situará un 10% por encima de los niveles previos a la crisis.

Así que ya no preocupa tanto el paro como la calidad del empleo, que es escasa, dice Cardoso. "La realidad es que el crecimiento del empleo muestra aún desequilibrios, como la alta tasa de temporalidad, muy elevada cuando se compara con otras economías desarrolladas", advierte el economista de BBVA, en línea con el análisis que hacen, por ejemplo, en el Govern balear. Aunque a partir de ahí las posturas difieren: el Govern balear anima a las empresas más beneficiadas por el boom turístico a trasladar parte de sus beneficios récord a las plantillas, mientras en BBVA consideran que todo aumento de salario debe ir ligado a subidas equivalentes de productividad.