El sector educativo celebró ayer el fin de las reválidas de ESO y Bachillerato y la permanencia de la Selectividad, algo que el ministro Méndez de Vigo pactó con las comunidades autónomas el lunes. Distintas entidades aplaudieron la desaparición de estas pruebas, que sindicatos y asociaciones de padres rechazaban por centralistas y segregadoras, pero aún hay quien espera con recelo el real decreto en el que quedará plasmada la nueva configuración de las pruebas, confiando en no encontrar "sorpresas".

El sindicato Alternativa por ejemplo reclamó ayer que se haga cuanto antes la devolución de las competencias a la Universitat para confeccionar las pruebas de acceso a los estudios superiores.

Cabe recordar que la reválida de Bachillerato que la LOMCE preveía venía diseñada desde el Gobierno central y abarcaba contenidos de los dos cursos mientras que las pruebas de Selectividad se confeccionaban desde cada autonomía en coordinación con las universidades públicas y sólo incluían contenidos de segundo curso.

La agrupación sindical indicó que "según informaciones del conseller" se darán plenos poderes a la UIB para hacer las pruebas "siguiendo los patrones indicados desde Madrid", aunque habrá que esperar a leer el real decreto que se aprobará el viernes. Por eso, Alternativa reclamó ayer una "acción rápida" para traspasar de nuevo las competencias a la Universitat, de tal manera que se agilice el proceso y se puedan poner cuanto antes a disposición de los profesores y los alumnos de 2º de Bachillerato los criterios básicos con los que se harán las pruebas, el modelo de examen...

Respecto a las reválidas de Primaria y ESO, Alternativa aplaudió que se conviertan en pruebas muestrales que no sirvan para hacer una "segunda evaluación" a los alumnos "ni una clasificación de ninguna manera".

Desde FETE-UGT también mostraron su satisfacción con la paralización de las reválidas al entenderla como "un paso adelante hacia la recuperación del derecho a la equidad"; algo que consideraban que estas pruebas poníen en peligro "debido a su carácter discriminatorio".

Ambos sindicatos matizaron que la alegría no es completa ya que, aunque este es un primer paso, la LOMCE sigue en vigor; ley que creen discriminatoria, antidemocrática y con un importante componente ideológico.