Los baleares se están desapalancando a marchas forzadas. No solo crece su ahorro, sino que al mismo tiempo su endeudamiento está registrando un descenso más que notable, tanto porque se hace todo lo posible para pagar los créditos contraídos durante los años de bonanza como por el cierre del grifo que la banca aplicó a la hora de conceder nuevos préstamos, aunque ahora éste vuelve a fluir.

En concreto, el crédito vivo de Balears alcanzó al cierre de junio un valor de 32.280 millones de euros. Eso supone una reducción de 751 millones en el plazo de un año. Pero resulta aún más significativa si se observa con mayor perspectiva: en 2009, tras el estallido de la crisis y en plena vorágine de destrucción de empresas y de empleo, los isleños llegaron a deber a los bancos 46.661 millones de euros. Más de una cuarta parte de ese endeudamiento ya ha desaparecido.

A lo largo de este último año, esta reducción del crédito vivo se ha dado tanto en el sector privado (empresas y familias) como en el público. En el caso de las Administraciones isleñas la deuda ha descendido en 12 meses desde los 3.095 millones de euros hasta los 2.485 millones, mientras que en el sector privado ha bajado desde los 29.936 millones hasta los 29.795 millones de euros. F.G. Palma