Los salarios de Balears siempre pierden. Durante la etapa de bonanza económica (entre el año 2000 y el 2007) se incrementaron apreciablemente menos de lo que creció la riqueza generada en las islas; durante los peores años de la crisis (2008-2013) bajaron más que el descenso sufrido por el Producto Interior Bruto del archipiélago; y durante los ejercicios de la reactivación (2014-2015) las retribuciones de los trabajadores han seguido congeladas mientras que la economía isleña ha acumulado ya un alza superior al 6%, según los datos facilitados por la conselleria de Trabajo. El balanza global es que a lo largo del presente siglo las retribuciones de los asalariados se han incrementado un 40,3%, mientras que la riqueza generada en Balears ha alcanzado un 67,4%.
Esta evolución explica las constantes demandas que desde el Govern y los sindicatos se hacen en favor de que se mejores las retribuciones que se pagan a los asalariados, con el objetivo de favorecer una economía "más inclusiva y que permita mejorar el bienestar de todos", según apunta del director general de Economía, Llorenç Pou.
Desde su departamento se ha realizado un estudio en el que se compara la evolución del coste salarial por hora trabajada con el Producto Interior Bruto de las islas, del que se desprende la evolución antes señalada.
Según este informe, entre el año 2000 y el 2007 la economía balear creció un 58,7%, coincidiendo con etapas como la del boom de la construcción. A lo largo de ese periodo los salarios también se vieron notablemente mejorados, pero menos. En concreto, la retribución media de las islas se elevó en esa fase un 45,5%, más de 13 puntos menos que el PIB. Eso supone que los beneficios empresariales fueron superiores a lo obtenido por los trabajadores.
Pero llegó la crisis, y entre 2007 y 2013 la economía de las islas acumuló un retroceso del 1,1%. Sin embargo, el sacrificio que los asalariados de Balears tuvieron que hacer durante esta segunda etapa fue superior: las retribuciones medias de los isleños sufrieron una reducción del 3,6%. Es decir, la velocidad de su caída triplicó la de la riqueza balear.
Sin recuperación salarial
Pero a partir de ese punto se inició una fase de recuperación impulsada por unas excelentes temporadas turísticas y que quedó reflejada en el volumen de establecimientos hoteleros que fueron modernizados, en muchos casos con aumentos de su categoría.
Eso hizo que la economía balear acumulara durante 2014 y 2015 un crecimiento del 6,5%. ¿Y los salarios? Pese a esta reactivación, incluso se han reducido un 0,01%, es decir, se han mantenido prácticamente congelados, lo que implica que los sacrificios de los años previos no se han visto recompensados por lo que a los trabajadores se refiere ahora que las cosas van mejor.
El balance global es el antes señalado: entre 2000 y 2015 la riqueza de las islas ha aumentado un 67,4% pero el salario medio balear solo ha subido un 40,3%. ¿Y que se puede esperar durante este año? Pocos cambios. Porque la economía de las islas va a cerrar 2016 con un crecimiento del 3,4% al 4%, según la previsión llegue desde la patronal o desde el Govern, pero los principales sectores de la economía isleña, como la hostelería, aplican subidas salariales que en el mejor de los casos alcanzan el 1,1%.
Según Llorenç Pou, estos datos reflejan el desajuste existente entre la riqueza que se genera en las islas y su redistribución a través de los salarios, pero además evidencia que pese a haber soportado un mayor esfuerzo durante la crisis, los trabajadores no se están viendo compensados con un aumento de sus retribuciones en un momento en el que la economía vuelve a crecer. Al respecto, señala que el mayor sacrificio lo han sufrido las personas que perdieron su empleo y tras un tiempo en el paro, se han reincorporado a un empleo pero con retribuciones mucho más bajas.
