El conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, anunció ayer la puesta en marcha del proceso de elaboración del plan de transporte público regular de viajeros por carretera de Mallorca, que culminará con un nuevo modelo en el que las 20 concesiones existentes en la actualidad se reducirán a tres. El nuevo modelo estará operativo en enero de 2019 y el objetivo es que se trate de un modelo "de más calidad y equitativo, más eficiente económicamente, menos contaminante y más avanzado tecnológicamente en los sistemas de comunicación y pago".

Pons explicó este plan tras la celebración del Consell de Govern. Explicó que las concesiones vigentes, repartidas entre 20 empresas, finalizan el 31 de diciembre de 2018. Con el proyecto de reducir las lineas a tres grupos se pretende que las más rentables compensen el déficit de otras que no lo son tanto pero que son necesarias, de tal manera que se garantice que las líneas y frecuencias cubren correctamente toda la isla.

Según los datos aportados por el conseller, el actual sistema de concesiones tiene unos ingresos de 22 millones de euros y "un déficit de tarifas de aproximadamente 2,5 millones de euros anuales" que asume el Govern. Con el nuevo sistema, las empresas que opten a las concesiones "deberán presentar ofertas atractivas que compensen los gastos con los ingresos por los usuarios", si bien Pons afirmó que "la prioridad" es mejorar el servicio y hacerlo competitivo en relación al uso del transporte particular. En este sentido, afirmó que el objetivo del nuevo modelo es lograr que en15 años se pase del actual 12 por ciento de población que emplea el transporte público interurbano al 25 por ciento.

Para la puesta en marcha del nuevo modelo, Mallorca se dividirá en tres zonas, a cada una de las cuales corresponderá una concesión que incluirá líneas con gran afluencia, que por lo tanto serán más productivas, con otras con menor número de pasajeros pero "necesarias para asegurar una buena conectividad de todos los municipios en condiciones de igualdad".

En el concurso público se primarán aspectos como la modernización de la flota de autobuses, que en la actualidad la forman 180 unidades diésel "con una edad media importante y un estado de conservación mejorable". Asimismo se tendrá en cuenta la reducción entre el tiempo de trayecto en coche y en autobús, la mejora de horarios y conexiones, la posible integración de las tarifas con las de la EMT de Palma y la modernización de los sistemas de pago.