La coronación por aclamación puede terminar en primarias. La sucesión de Biel Barceló en 2016 al frente de la coalición Més per Mallorca prevé tener más vidilla de lo esperado. El diputado autonómico David Abril quiere disputar a Antoni Verger -el favorito como heredero- el liderazgo del nuevo proyecto político que resultará de la fusión definitiva de las dos fuerzas que la integran (el PSM e IniciativaVerds) en un único sujeto político.
Abril ha meditado dar el paso después de que varios cargos y miembros destacados del PSM le han animado a hacerlo y el apoyo no le viene solo de la gente de IniciativaVerds. Unos inputs que en su entorno se han interpretado como la superación de las estrategias partidistas y la querencia por las siglas en pro del proyecto común de Més. Con todo, las intenciones del diputado podrían cincunscribirse a optar a la coordinación general de Més, sin que ello implique ser luego el candidato al Govern, que sí entra en los planes de Verger.
De este modo, si Verger saliera elegido diputado en Madrid el 20-D podría ser el cabeza de lista autonómico en 2019 y mientras tanto Abril limitarse a gestionar el partido.
De hecho, en esta legislatura David Abril ya ejerce de facto como líder de Més, al haber tenido que asumir el día a día de Més por el pase de Barceló al Govern. Además de ello, el parlamentario -mano derecha de Fina Santiago, otra pieza clave en Més- lleva tiempo siendo el ideólogo de Més. Abril es quien ha fijado mayormente el discurso político de oposición al Govern de José Ramón Bauzá, como refleja su libro Repensem Mallorca, cuyos planteamientos asume la ejecutiva.
El ahora candidato a las elecciones generales, Antoni Verger, se ha postulado para sustituir a Barceló y es el preferido por la mayoría de dirigentes pesemeros tras una serie de avatares, como la frustrada candidatura a Cort por su imputación en el caso Trenes, ya levantada. En sus filas se le quiere resarcir por el calvario judicial vivido por una denuncia del PP que ha terminado en nada.
Solo el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, o el futuro alcalde de Palma, Antoni Noguera, parecían estar en disposición de rivalizar con Verger; no obstante, ambos se han descartado de la carrera para centrarse en sus responsabilidades institucionales. Así las cosas, Verger tenía el camino despejado para ser el nuevo coordinador de Més, por lo que la sustitución de Barceló se antojaba un puro trámite. Si Abril no cambia de postura de aquí a fin de año, se convocarán primarias y no se descarta que entonces entren al juego otros aspirantes.
Abril y Verger tienen una relación cordial aunque guardando las distancias. El perfil de ambos es más de izquierdas que nacionalista, si bien son dos estilos bastante distintos. Con su irrupción en el proceso, que ya ha planteado a sus más allegados, David Abril no busca abrir una guerra interna pero sí abundar en la dinámica de democratización interna.
Més ha sido pionero en las islas en implantar la elección de los candidatos a las citas electorales por las bases, y en cada nueva edición ha alentado la participación de un mayor número de contrincantes. No obstante este incipiente sistema plantea aún déficits democráticos, admiten con la boca pequeña sus impulsores, que apuestan porque la cúpula renuncie por completo a tutelar las votaciones y sea la militancia y los simpatizantes los que se pronuncien sin filtros previos.
Pese a ser la figura mejor calificada en la política balear actual -los barómetros del CIS le sitúan como el mayor valorado por la ciudadanía por encima de otros más votados como Bauzá o Armengol-, Barceló no seguirá como secretario general del PSM en el congreso que celebrará en marzo o abril del año entrante. Tampoco se presentará a las elecciones autonómicas de 2019. El vicepresidente del Govern alega que lleva diez años siendo la cara del partido y quiere dar el relevo. Su baja implicará también dejar de ser el coordinador general de Més. Por su parte, en las mismas fechas Abril renunciará a continuar al frente de InciativaVerds, en su preceptivo congreso.
Dimite el director de campaña
Al proceso de sucesión todavía le quedan meses. Los ecosobseranistas se concentran ahora en las generales, que se marcan como un hito.
Abril está volcado en la campaña de Verger, cuya estrategia dirige. Máxime después de que los dos directores de campaña de Més, Jaume Garau y Nanda Ramon, hayan desistido con duros reproches a la dirección por el recorte presupuestario. Sus cálculos de invertir algo más de 150.000 euros fueron rechazados por el aparato, lo que ha provocado un serio malestar al dúo. Garau ha recibido elogios unánimes por la campaña de Més en las autonómicas de mayo, considerada como la mejor de todos los partidos baleares.
