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Pobreza

Las entidades sociales esperan un "duro invierno" por la demanda de ayudas

La precariedad del empleo estival dificulta a muchas familias la salida de la pobreza

Imagen de una campaña de recogida de juguetes realizada por Cáritas.

Los próximos meses van a ser muy complicados de gestionar para las entidades dedicadas a la ayuda social, ante la previsión de que la demanda de auxilio no registre retrocesos perceptibles pese al excelente balance que desde las empresas turísticas se hace de la temporada alta recien concluida. El argumento sobre el que se sustenta este anuncio de "un duro invierno" en lo social es que buena parte del nuevo empleo que se ha generado durante los meses de temporada alta ha sido extremadamente precario, con salarios muy bajos y en muchos casos con contratos de unas pocas horas al día, lo que ha impedido a muchas familias el haber podido acumular reservas para hacer frente al periodo que se acaba de abrir y que se prolongará en muchos casos hasta la Semana Santa.

Cáritas y Banco de Alimentos hacen la misma estimación: la demanda de ayuda social volverá a ser muy intensa durante el invierno. Ambas organizaciones admiten que el trabajo que han tenido que afrontar durante este verano ha mantenido unos niveles extraordinariamente altos, pese a que desde el sector turístico se califica de "récord" la cifra de visitantes recibidos.

Según apunta la coordinadora de Empleo de la primera de estas organizaciones, Laura Cadenas, su programa de ocupación ha registrado incrementos muy débiles en la contratación de personas incluidas en estos colectivos más desfavorecidos. Además estas relaciones laborales se han sustentado en salarios muy bajos y en muchas ocasiones con un horario reducido, lo que dificulta enormemente que estos individuos puedan adquirir el derecho a percibir una prestación por desempleo una vez concluida la temporada turística.

En este aspecto, se reconoce que el colectivo con el que trabajan estas organizaciones presenta considerables problemas de empleabilidad, al tratarse en muchos casos de jóvenes con baja cualificación o mayores de 45 años que se ven afectados por situaciones de desempleo de larga duración, grupos sobre los que la demanda empresarial no presenta una apreciable reactivación.

No se niega que en algunos sectores se percibe una ligera mejoría en la oferta de empleo, como es el caso de la construcción de la mano de los trabajos de reforma y mantenimiento de la planta hotelera, pero se insiste en la debilidad de este avance. A la vista de estos escasos progresos durante los meses previos, tanto Cáritas como Banco de Alimentos pronostican de nuevo un "invierno complicado".

Previsión para el invierno

En el caso del Banco de Alimentos, la afirmación se sustenta en el hecho de que su capacidad de ofrecer productos se ve superada por la demanda. Su gerente, Martín Matías, pronostica que las peticiones de alimentos que van a registrar en los meses de temporada baja se van a mantener en niveles idénticos a los del pasado año. "Si pudiéramos dar más, nos pedirían más", reconoce.

De este modo, anuncia que las campañas de recogida de productos volverán a ser muy intensas, con repuntes como los que se registran durante las fechas navideñas. En este sentido, señala que el número de organizaciones a las que se facilitan estos suministros sigue siendo la misma que hace un año, es decir 114, con un cálculo que cifra en torno a las 30.000 personas las beneficiadas por esta actividad.

La previsión de una fuerte demanda de ayuda durante los próximos meses, sin mejorías perceptibles respecto a la situación que se vivió hace un año, es compartida por los responsables de Cáritas, desde donde se lamenta muy especialmente la cronificación que se está registrando en la situación de pobreza de muchas familias.

En este sentido, resalta que la principal novedad de carácter positivo va a corresponder a la puesta en marcha de la renta social garantizada por parte del Govern, de 426 euros mensuales, que se estima que puede beneficiar a unas 6.000 familias sin recursos de las islas con menores a su cargo, lo que puede aliviar algo las necesidades de dicho colectivo.

Pese a ello, en Cáritas se trabaja con la previsión de que las peticiones de auxilio volverán a ser muy intensas, especialmente en aspectos como las peticiones económicas para poder cubrir los gastos del hogar, los de alimentación y los vinculados a la escolarización o salud de los menores, a lo que se suman las tradicionales iniciativas que se registran durante Navidad, como la recogida de juguetes.

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