"¿Qué quiere usted de mí?", le espetó con chulería Ruiz Mateos a la magistrada mallorquina María Pascual a la cara, tras comparecer detenido el 29 de agosto del 2012. "Asesina", "que me han querido matar esa noche", "mala persona", fueron algunas de las lindezas que Ruiz Mateos lanzó a la juez, que había ordenado su detención tras varias frustradas comparecencias del empresario. Antes, el detenido llegó a fingir dolencias y a prometer en falso a la instructora que viajaría a Palma. Todo para eludir su interrogatorio. Ya en libertad, el fundador de Rumasa y Nueva Rumasa insistió en su violencia verbal. "No hay nadie peor que la juez"; "es una persona muy mala", "esto es un asco de Justicia". Ruiz Mateos no quiso declarar ese día.