La mejoría en las ventas ha hecho que este verano no haya habido 'guerra de rebajas' en el comercio isleño y por primera vez no se ha registrado un "caos" en su fecha de inicio desde que el Gobierno del PP las liberalizó hace tres años. En esta ocasión, pequeños y grandes establecimientos las pondrán en marcha con muy poca diferencia: buena parte del comercio tradicional expondrá los carteles de descuento el próximo lunes, día 29, mientras que la mayoría de los grandes seguirá la tradición de esperar a lanzar sus ofertas el 1 de julio, miércoles.

Ciertamente, hay establecimientos que llevan ya varios días con el cartel de 'rebajas' en sus escaparates, algunos manteniendo una tradición que les ha llevado a adoptar esta estrategia de adelantarse a los demás a la hora de aplicar los descuentos incluso cuando el inicio de estas campañas estaba regulado, pero por primera vez durante los últimos años, son una minoría. Hay que recordar que en ejercicios anteriores, un porcentaje importante del comercio tradicional adelantó hasta dos semanas la aplicación de los descuentos sobre las fechas tradicionales (1 de julio en verano y 7 de enero en invierno).

Tal y como se reconoce desde sus patronales, los pequeños establecimientos han optado por esperar prácticamente a los grandes centros por un motivo fundamental: las ventas están mejorando de forma perceptible y no hace falta recurrir a esas fórmulas para incentivar la demanda, según señala el presidente de Pimeco, Bernat Coll.

Desde las grandes superficies se apuntan dos factores que están jugando a favor del sector. El primero es que el volumen de turistas que han llegado a las islas sigue siendo muy importante aunque se detecte el fuerte descenso en algunas de las nacionalidades con mayor poder adquisitivo, como es el caso de los rusos, lo que implica un buen nivel de ventas en las calles comerciales más tradicionales de Palma.

Más consumo local

Pero el segundo factor resulta especialmente importante y marca la diferencia en relación a veranos anteriores: los residentes están gastando más, y además este cambio de tendencia se está viendo impulsado por las elevadas temperaturas con las que se ha cerrado la primavera, lo que hace que exista una mayor demanda de prendas estivales.

Todo ello está haciendo que el comercio se esté viendo beneficiado de un incremento en las ventas que hace que en la mayoría de los casos, y a diferencia de años anteriores, se opte por la estrategis de mantener unos precios con un mayor margen de beneficio. Y ello pese a que durante los días se ha notado un ligero descenso en las ventas, que se achaca precisamente a que el consumidor local está esperando ya a las rebajas para hacer sus compras.

Por ello, desde el sector se celebra que lo peor de la crisis haya pasado, tras unos años que no dudan en clasificarse de "agónicos" para muchos establecimientos.