La llegada de empresas constructoras de la península en busca de proyectos en Balears se explica por el hecho de que las inversiones que se están ejecutando en instalaciones turísticas son las únicas que muestran una clara y sólida evolución al alza, en un momento en el que se mantiene colapsado el que fuera el principal pulmón de este sector, como era la edificación de viviendas.
Tal y como informó Diario de Mallorca el pasado lunes, la patronal balear de constructores estima que el año pasado se cerró con un incremento del 15% en la inversión recibida, una tasa que se sustenta básicamente en las grandes reformas hoteleras que se están realizando, frente al estancamiento que se registra en la edificación residencial, donde sólo Eivissa comienza a dar señales de recuperación.
Esta dependencia de las obras promovidas por los hoteleros y el hecho de que siga siendo insuficiente para dar trabajo a todo el sector explica el que se haya generado una guerra de precios a la baja, que en algunos casos supone un recorte tan sustancial que genera dudas sobre el cumplimiento de todas las exigencias que marca la legislación.
Pese a ello, tanto el presidente de la citada organización empresarial como su director, Eduardo López y Manuel Gómez respectivamente, se felicitan de que al menos se está consiguiendo que se vuelvan a crear puestos de trabajo durante el último año.
En este sentido, hay que recordar que los datos de empleo del pasado mes de diciembre sitúan a este sector como el protagonista de la mayor tasa de generación de puestos de trabajo, con un aumento del 11,9% respecto a finales de 2013, y de reducción del desempleo, con un descenso de un 22,3%.
