Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia confirma que el Govern estuvo pagando el sueldo de tres empleados de mantenimiento del palacio de Marivent, residencia de la Familia Real, que no acudían a trabajar. Los jueces confirman la decisión del Ejecutivo de romper este contrato con la empresa Lireba Serveis Integrats, que facturó de más casi 300.000 euros. La empresa de servicios acudió a los tribunales para recuperar esta cantidad. Sin embargo, el TSJB rechaza esta demanda porque no tiene derecho a disfrutar de este dinero público. Esta empresa se encargaba del mantenimiento de las instalaciones públicas desde el año 2007. La contratación era por dos años, pero los acuerdos se fueron prolongando hasta el año 2012 cuando la conselleria de Presidència decidió romper el acuerdo. Cuando se adoptó esta decisión, la empresa había cobrado por adelantado casi 250.000 euros. Una sentencia anterior obligó al contratista a devolver este dinero que se había cobrado por servicios que no se habían prestado.

El contrato establecía que la empresa se comprometía a mantener durante todo el año un servicio de empleados permanente en el palacio de Marivent. La plantilla la debían formar cuatro operarios de mantenimiento y otros tres de limpieza. Además, existía el compromiso de que la plantilla se podía reforzar, dependiendo de las necesidades del servicio, sobre todo con la presencia de la Familia Real en la residencia.

Sin embargo, se ha demostrado que durante muchos meses la plantilla fija de trabajadores únicamente estaba formada por cuatro personas. Esta situación se producía cuando no estaba la Familia Real. Sin embargo, la empresa de servicios no tenía en cuenta esta circunstancia y facturaba al Govern los sueldos de los siete empleados, pese a que tres de ellos no acudían a trabajar, según declaran probado los jueces.

El presupuesto anual de este contrato rondaba el medio millón de euros, que el Govern iba pagando por adelantado cada vez que la empresa iba presentando las facturas. En el contrato se estableció que cada trabajador de mantenimiento tenía un coste de 2.950 euros al mes, mientras que el de limpieza costaba 2.350 euros.

El Govern mantuvo un duro enfrentamiento con esta empresa y tomó la decisión de romper el contrato. Lo hizo en el mes de junio y tuvo que contratar a otra empresa ante la urgencia por la llegada de la Familia Real. Los jueces han rechazado todos los recursos de la empresa de servicios y han dado la razón al Govern.