La frase es de Sócrates aunque la he leído en las inmensas memorias de Winston Churchill: "El genio de la tragedia y el de la comedia son esencialmente los mismos; ambas deberían ser escritas por los mismos autores". La sentencia puede aplicarse a nuestros políticos, solo que de estos nunca se sabe si la comedia que dejan escrita comenzó siendo una tragedia o viceversa. Es lo que está ocurriendo con el TIL. Los autores y actores president Bauzá, consellera Camps y exconseller Bosch empezaron rasgándose las vestiduras sobre el escenario. "Los niños salen de las aulas sin hablar castellano", "el catalán es culpable del fracaso escolar", "¡ay del que no sepa inglés!, arderá en las llamas del paro"... declamaban con voz tenebrosa para atemorizarnos.

El problema es que los autores-actores del drama, como les sucede a los payasos augustos, tropiezan tantas veces sobre el escenario, aunque sería más propio decir en las salas de juicios, que el público está pasando del miedo y la angustia a la hilaridad. Sus batacazos han sido tan estrepitosos que la tragedia que pretendían interpretar se ha convertido en comedia. Con Núria Riera como nueva primera dama después de que el TIL haya pisoteado -trepijat- a Camps.

Y llegó el primer tortazo judicial. El 6 de septiembre de 2013, a las 10 horas, el Tribunal Superior acordó la suspensión cautelar del anexo del decreto 15/2013 que fijaba las pautas para aprobar los proyectos educativos de cada centro. A las 14 horas del mismo día, un Consell de Govern extraordinario convirtió en decreto ley las medidas para la implantación del Tratamiento Integrado de Lenguas en el curso que estaba a punto de comenzar. El Govern hubiese podido aprovechar el varapalo judicial para negociar en busca de un acuerdo. No lo hizo. Se creyó investido de un don divino que le situaba por encima del bien y del mal y adoptó una medida tan legal como estúpido para burlar a la Justicia. Bauzá pensó que era el más listo, y se equivocó.

Las primeras risas del público se escucharon en cuanto el secundario don Hilarión Gómez afirmó, tras una manifestación de 100.000 personas, que más gente había en sus casas.

El pasado martes, el Tribunal Superior declaró ilegal la madre de cordero: el decreto 13/2013, el que está en el origen del TIL. Los cinco jueces no fallan en aplicación de una cuestión baladí. La conselleria de Educación vulneró el Estatut d´Autonomia, al no consultar a la Universitat de les Illes Balears de manera que la norma "incurre en vicio de nulidad plena, radical o absoluta". La no consulta no fue un error técnico como algunos se empeñan en decir, al Govern no deseaba escuchar lo que la UIB iba a decirle. El batacazo de Bauzá, Riera, Bosch, Camps y de los servicios jurídicos es para partirse de risa. Sin embargo, el Govern desaprovecha una segunda oportunidad de negociar -esta era la palabra clave en materia de educación en el programa electoral del PP- y recurre al Supremo con el objetivo de que la rueda del TIL no se detenga.

El miércoles, el Tribunal Superior da otro varapalo a los tres trágicos devenido en cómicos y suspende cautelarmente la orden de 19 de mayo de 2014 que desarrolla determinados aspectos del TIL. Otro batacazo y otro recurso, en este caso absolutamente inútil, para que nadie frene la obsesión anticatalanista del president. Ni una palabra de autocrítica ni un resquicio para el diálogo ni una mano tendida... Antes muerto que sencillo, podría ser el lema electoral de la próxima campaña autonómica del Partido Popular.

Un político debe tener ideología. Pero sus convicciones no pueden ir contra todo y contra todos. Y mucho menos contra la ley. Bauzá tiene la idea de que es mejor circular por el carril izquierdo que por el derecho. Con determinación marcial, Bauzá ha decidido conducir en sentido contrario al resto de vehículos. A Bauzá no le importa lo que dictan el Código de Circulación y el sentido común. Por eso Bauzá recibe un varapalo tras otro en instancias judiciales. Pero Bauzá, por cabezonería, seguirá adelante, sin desmayo, como el payaso augusto. Golpe a golpe. Batacazo a batacazo.