Balears vuelve a estar de moda entre las clases altas europeas a la hora de fijar su segunda residencia, un hecho que se refleja no solo en el aumento de la actividad a la hora de construir o rehabilitar viviendas de alto nivel, sino también en el fuerte encarecimiento que durante los últimos meses está registrando el valor del suelo en aquellas zonas más exclusivas de la isla y con las mejores ubicaciones, según destaca el presidente de la asociación de constructores de las islas, Eduardo López, que cifra esa subida en un 20% a lo largo del último año.

El presidente de los constructores no tiene dudas respecto a que la edificación de chalets de lujo forma parte de una de las pocas ramas del sector inmobiliario que ha atravesado la crisis dejando muy pocos pelos en la gatera. Y esta actividad está registrando además una apreciable aceleración. En este sentido, pone el ejemplo de una firma especializada en este tipo de producto "que en lo que llevamos de año ha facturado tanto como en todo 2013, que ya fue para ella mejor que 2012".

Según López, la demanda de residencias de alto nivel está creciendo en el archipiélago a un ritmo del 15%, impulsada muy especialmente, "por este orden, por alemanes, británicos y escandinavos" (grupo este último que engloba a noruegos, suecos y daneses), frente al descenso detectado últimamente de las compras protagonizadas por rusos.

Y cuando la demanda crece, los precios suben. Eso es lo que está pasando con el valor de los solares destinados a viviendas unifamiliares de altísimo nivel y situados en las zonas más exclusivas de las islas y en ubicaciones privilegiadas. El presidente de los constructores cifra este encarecimiento en el citado 20%, pero advierte que en algunos casos este porcentaje se está viendo ampliamente superado.

A la hora de fijar las zonas en las que esta revalorización está siendo más acentuada, el representante empresarial incluye en la lista los terrenos situados en primera línea con vistas al mar de puntos como el Port d´Andratx, Santa Ponça, Pollença o Cala d´Or. Los precios en estos lugares registran fuertes oscilaciones dependiendo del poder económico de aquellos bolsillos a los que se ofrecen, pero se pueden encontrar solares de unos mil metros cuadrados y de alta gama cuya adquisición supone un desembolso que puede ir desde los 200.000 euros hasta los tres millones.

En la lista de lugares exclusivos se puede incluir también la zona de Son Vida, dado que en la isla sigue siendo "la urbanización de lujo de referencia", aunque en este último caso la superficie de los solares suele ser superior a la anteriormente señalada.

Un punto a tener en cuenta: las subidas que ahora se registran se producen sobre un tipo de propiedades que han tenido una devaluación más moderada que la del resto del sector por la simple razón de que "lo bueno no suele perder valor", lo que supone que en este campo las rebajas significativas solo se han producido cuando el propietario precisaba liquidez con urgencia. De nuevo el presidente de los promotores pone un ejemplo: una residencia de unos 300 metros cuadrados en primera línea de El Molinar se ha vendido recientemente por unos tres millones de euros, lo que implica que no ha registrado depreciación durante el periodo de crisis.

Las claves del éxito

Eduardo López señala que el vigor con que se mantiene el mercado de la vivienda de lujo en Balears se explica por varios motivos, entre los que destaca que los precios que se manejan en las islas en estos momentos "no son descabellados" para este tipo de inmuebles pese a algunas de las cifras facilitadas anteriormente. Y muy especialmente la imagen de "zona segura" que tiene el archipiélago, con una oferta de ocio notablemente variada, especialmente en Palma y sus inmediaciones.

Pero la edificación de viviendas unifamiliares de lujo cuenta con una ventaja adicional: no precisa de financiación bancaria porque sus promotores son a la vez los que van a ser propietarios del inmueble y disponen de fondos propios más que suficientes para ejecutar este tipo de proyectos.

Porque la gran herida del resto del sector inmobiliario sigue siendo precisamente esa falta de acceso al crédito, que salvo algunas excepciones en Eivissa y en Palma, sigue paralizando la puesta en marcha de nuevas promociones.

Este hecho se refleja en los últimos datos facilitados por el Colegio de Aparejadores de Mallorca: durante los seis primeros meses de este año, se han visado en la isla 331 viviendas (aquellas que se deberán edificar durante los próximos meses). De ellas, 137 eran chalets, 32 adosados y 162 plurifamiliares, con un peso de las primeras totalmente desproporcionado si tenemos en cuenta que la mayoría de la población balear reside en las últimas.