Mercedes Coghen, exgerente de la fundación pública Madrid-16 e imputada en el caso Nóos, sostiene que los fondos que su entidad abonó a lo largo de varios años a Iñaki Urdangarin no eran dinero público, sino que tenían un origen privado. De forma paralela, el sindicato Manos Limpias ha pedido la imputación del exalcalde de Madrid y ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, por amiguismo en relación al duque de Palma.

Coghen está encausada en el sumario del caso Nóos junto a otros dos exaltos cargos de Madrid-16, Miguel de la Villa y Gerardo Corral. Los tres han reclamado en varias ocasiones al juez Castro el archivo del caso para ellos.

Manos Limpias, acusación popular, ha sostenido recientemente que los tres imputados podrían haber incurrido en los delitos de malversación de caudales, tráfico de influencias y prevaricación.

La tesis de la acusación popular es que los responsables de Madrid-16, por orden del entonces alcalde Ruiz-Gallardón, dieron a Iñaki Urdangarin 140.000 euros en virtud de lo que representaba éste y "para utilizarle como lobby para promocionar la candidatura olímpica de Madrid 2016".

Mirar a otro lado

La acusación reclama la imputación del hoy ministro Gallardón, algo que, de aceptarlo el juez Castro, correspondería a la sala segunda del Tribunal Supremo dado el aforamiento del exalcalde madrileño.

Manos Limpias postula que Gallardón era amigo de Urdangarin y el resto de la Familia Real. Para favorecer a su amigo el duque de Palma, y conseguir apoyos para la candidatura olímpica, el entonces alcalde decidió darle 140.000 euros sin ningún tipo de control, ni de concurso público.

Manos Limpias recuerda que Gallardón era el presidente del patronato de la fundación Madrid-16, cargo que le obligaba a controlar el correcto funcionamiento de la entidad.

La acusación mantiene que la fundación y el Ayuntamiento miraron para otro lado a la hora de fiscalizar el destino del dinero aportado a Urdangarin a tavés de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS). Manos Limpias cita en ese punto la declaración de Mario Sorribas, uno de los consultores del grupo Nóos, quien afirmó que FDCIS recibió seis mil euros al mes durante un año de Madrid 16 sin prestar ningún tipo de trabajo a cambio.

Coghen se muestra indignada por las tesis del sindicato, al que acusa de buscar publicidad solicitando la imputación del exalcalde Gallardón sin fundamentación jurídica alguna.

Los tres imputados de Madrid-16 preconizan que dicha fundación no era una Administración pública, por lo que nunca se podría hablar de delitos de prevaricación y malversación de caudales. Tampoco la entidad habría estado sometida a la Ley de Contratos del Estado a la hora de fichar a Iñaki Urdangarin.

Lo más llamativo de las tesis de Madrid-16 para rechazar la comisión de una supuesta malversación de caudales es que la fundación asegura no haber pagado al yerno del Rey con dinero del Ayuntamiento de Madrid.

Según Coghen, su antigua fundación justificó correctamente el destino de todos y cada uno de los euros recibidos del Ayuntamiento, pero también tuvo muchos ingresos de entidades privadas. Parte de esos donativos habrían sido los que fueron regalados (también en forma de donación) al duque de Palma a través de FDCIS. Urdangarin ha admitido que hizo de lobby para Madrid-16, pero rechazó haber cobrado por esa labor.