Los sindicatos han optado por desmarcarse del dictamen del Consell Econòmic i Social (CES) sobre la ley del turismo que finalmente se aprobó la semana pasada con los votos de la patronal CAEB y de los Consells de Mallorca y Menorca. En opinión de UGT y CC OO, las amputaciones que estas últimas organizaciones realizaron sobre el documento que elaboraron los técnicos –muy crítico con la legislación que el Govern quiere sacar adelante– han distorsionado ese dictamen hasta hacerlo irreconocible. Por ello, han presentado un voto particular en el seno del citado órgano consultivo.

El redactado de ese voto particular no puede ser más claro. "Lamentamos que el dictamen aprobado por el CES con los votos de la CAEB y de los Consells de Mallorca y Menorca no refleja, en ningún caso, los graves perjuicios que el Anteproyecto de Ley de Turismo causará al territorio de Balears en el caso de convertirse en ley".

Con la firma de Juan Herranz, de UGT, y de Francesc Mellado, de CC OO, se mantiene que el anteproyecto, "lleno de excepciones, dispensas y conceptos jurídicos indeterminados, no persigue otra cosa que beneficiar al sector hotelero y de la construcción. No hay infracción que pudiesen haber cometido los hoteleros, por grave que ésta sea, que no encuentre en este anteproyecto la manera de ser perdonada y convertida en hecho consumado".

"No contentos con eso –se añade– ponen en marcha la fábrica de pelotazos que supondrá el cambio de uso" de los establecimientos hoteleros para que puedan convertirse en viviendas, lo que en su opinión propiciará "beneficios escandalosos" para los actuales propietarios de esos edificios de alojamiento.

Así, se afirma que estas políticas, al igual que la implantación de los condohoteles, llevarán a que "cientos o miles de trabajadores a engrosar las filas del paro" en las islas.

Además, se lamenta que ninguna de las enmiendas de CC OO y de UGT se haya incluido en el dictamen finalmente aprobado.