— Un posible tópico: ¿Educar ahora, en una sociedad moderna, rápida, y llena de estímulos, es más complicado que antes?

— No, creo que es diferente. Los niños son diferentes y los adultos también. Ha cambiado el entorno y las variables, y ejercer la educación también es diferente. Educar siempre ha sido complicado. Los padres nos vemos muchas veces más con la obligación de educarlos que con el derecho y no sabemos, y por ahí sería una buena labor que la Administración debería poner recursos al alcance de todos por si surgen dudas o dificultades. Que no sea una angustia educar a un hijo. Hay casos sangrantes. En Cataluña 70 familias han devuelto al menor adoptado al llegar a la adolescencia. Y en una familia biológica te tienes que enfrentar a la adolescencia, no puedes renunciar, y en una adopción debería ser igual.

— ¿Hay que endurecer la ley del Menor?

— Ha habido casos muy sangrantes como el de Sandra Palo o el de Marta de Castillo, donde ha habido menores que han actuado como adultos y adultos que han actuado con menores. Entonces creo que queda un vacío. Habría que valorar cada caso en concreto. La edad madurativa de cada niño puede variar. Por eso, más que cambiar radicalmente la ley para todos, habría que analizar caso por caso y en los que se pueda demostrar que un menor ha estado actuando con la madurez y predisposición del adulto, e incluso con otros adultos, sí se debería endurecer.

— ¿Las jóvenes de 16 años están preparadas para abortar sin consentimiento paterno?

— Lo que está claro es que la mujer es la que tiene que tomar la decisión, siempre. Tenga la edad que tenga, una mujer necesita estar asesorada, pasar esto sola es un trago difícil. Aborte o no, la que tendrá la decisión en su conciencia toda la vida será ella y por eso la decisión debe ser de ella. El problema es que si realmente tiene un entorno en el que la familia le va a hacer algo, pues hay que protegerla, sin lugar a dudas. Ahora, no hay que dar el mensaje a las niñas de ´se puede hacer lo que quieras´. Hay que insistir en la prevención, en hablar con las chicas sobre respetar su cuerpo, sobre dignificarse.

— Otro posible tópico: ¿los niños han perdido la ingenuidad?

— Depende. El proceso evolutivo de cada niño está en consonancia con su parte biológica y su edad mental. Y aunque estén en un contexto plagado de información, en su interior los sentimientos siguen siendo los de un niño.