El frenazo en la firma de convenios colectivos y de empresa ilustra el deterioro de las condiciones laborales. Coinciden en señalarlo sindicatos, abogados y empresarios, que apuntan a un segundo factor que provoca que las negociaciones estén prácticamente paradas: la incertidumbre ligada a la posibilidad de que la entrada en Moncloa de Rajoy abra la puerta de un cambio en la negociación colectiva más parecido a lo que demanda el empresariado (que cada vez que se negocie un convenio, el anterior no valga nada y se empiece de cero). "Quizá algunos estén esperando eso", temen los sindicatos. Sea como fuere, el dato es claro: este año se han firmado 24 convenios hasta el cierre de agosto, 18 de ellos en empresas, la cifra más baja desde que comenzó la crisis. Hace dos años se cerraron 59, más del doble.