El Govern recorta en Sanidad, y paga con lo ahorrado carísimos estudios inútiles sobre Sanidad. Casualmente, la beneficiaria es la consultora que contrató a Matas por sus indiscutibles méritos profesionales, después de haber recibido encargos del ejecutivo de Matas. Sólo falta averiguar quién se está labrando un futuro en esta ocasión.

Asesores, informes y cuñados acabarán con la democracia. Como mínimo, cabría exigir su adecuación a las necesidades. Por ejemplo, el adecentamiento de Son Dureta, donde todavía se hacen pruebas diagnósticas en unas condiciones higiénicas que avergonzarían a los responsables de la prisión de Abu Ghraib. Claro que si la consultora oficial del Govern efectuara un estudio al respecto, sería más caro que la remodelación.

Difícilmente puede justificarse un estudio sanitario del que un ciudadano medio no entiende ni el título, aunque por 300 mil euros ha de ser tan importante como el documento que avale el bombardeo de Irán. Aprender que la concesionaria de Son Espases –un negocio más escandaloso que los estudios, aunque nunca se saldará por fortuna– paga a la consultora que valora su comportamiento, es una confirmación para el ciudadano de que habita el país de Urdangarín.

Si Pricewaterhouse se encarga además, a cambio de otras decenas de miles de euros, de "planificar los recursos, organizar y optimizar la sanidad pública", qué sentido tiene mantener la costosísima estructura del Ib-Salut y de su matriz, la conselleria de Bienestar. En internet abunda el material sobre la comparación de la sanidad balear con la atención prestada en otras comunidades y países, encomendada a la consultora. Basta oprimir una tecla para acceder gratuitamente a los datos. Es una labor para la que está capacitado incluso el director general del Ib-Salut, en los ratos que le deja libres la gestión de su cuenta de ‘facebook’.