No se fían. Tras hacerse público el comunicado de ETA en que anunciaba "el cese definitivo de la actividad armada", los ciudadanos consultados por Diario de Mallorca cuestionan el compromiso de la banda terrorista de mantener la paz. La credibilidad de Euskadi Ta Askatasuna es nula para los encuestados. Aunque algunos celebran el fin de la violencia, la mayoría dudan de si finalmente entregarán las armas o si pondrán condiciones para su disolución.

Para Francisca Salvà, la clave de la noticia es que "no han conseguido la independencia, tal y como querían ellos". "Eso es lo más importante", resalta la ama de casa. Ignasi Mut también opina en la misma línea y vincula la situación política con el futuro de ETA. "Yo no me fío, porque aún hay independentistas en la política vasca", asevera el jubilado.

Quien también da una lectura política al comunicado de los terroristas es Juan Miguel Martín. "Es una buena noticia para todos menos para el PP, porque aunque no lo digan en voz alta el PSOE se podrá marcar el tanto", apunta el charcutero. Su padre, Francisco Martín, fue más optimista y dijo: "El comunicado me parece perfecto, porque todo el mundo quería acabar con ellos y tenían que disolverse tarde o temprano". Miguel Ángel Vilar también razonó que la banda estaba "obligada" a anunciar su fin. "Estaban acorralados", sentenció, aunque este yesero entiende que el fin de la banda no tendrá sentido "hasta que entreguen las armas".

María del Mar Monserrat resumió en una frase el sentimiento popular mayoritario: "Ya veremos si dejan las armas: yo no me fío". Su amiga Carmen Oliver aseguró que tampoco se lo creía: "Otras veces han dejado la violencia y han vuelto a atacar". En cambio Santos Cabanillas dijo que "parece que esta vez va en serio". "Ojalá que no sea otra mentira de los terroristas", manifestó.

Liberar presos no convence

Los ciudadanos también fueron consultados sobre si aceptarían que uno de los instrumentos de negociación fuera la liberación de presos etarras. José García dijo que "si han cometido un delito, tienen que cumplir la condena entera". Fue la cuestión que provocó más división de opiniones, aunque uno de los pensamientos más repetidos fue el de aceptar la liberación de los presos que no hayan asesinado a nadie.

"Seguro que lo pedirán, pero yo no liberaría ninguno", apuntó Juan Roig. "No me parecería bien que se fueran de rositas", aseguró Francisca Coll, mientras que Santos Cabanillas argumentó que "los que han asesinado tendrían que reformarse antes de salir de la cárcel". Por último, Carmen Oliver se preguntó: "Y si piden liberar presos y no se lo conceden, ¿qué? ¿Volverán a matar?".