El doctor Fritz Nobbe, que pasa consulta como neurólogo en la Clínica Juaneda, advierte que en los problemas de mareos y vértigo hay que descartar siempre la posibilidad de que el paciente haya padecido un ictus que afecta a la zona del cerebro que controla la función visual o la del equilibrio como también una lesión medular que altere la sensibilidad y provoque una sensación de inestabilidad.

–¿Por qué las personas sufren vértigo o mareos?

–Por norma general, porque padecen una alteración en la percepción del espacio que les rodea, de su entorno.

–¿Y por qué se produce esta alteración?

–Puede ser debida a tres causas. Debido a un problema del órgano del equilibrio, que está situado en el oído, por un trastorno visual o por una ausencia de sensibilidad, esto es, que el paciente haya perdido la percepción de dónde se encuentra su centro de gravedad.

–¿Cómo se abordan estos problemas?

–Primero hay que hacer una exhaustiva exploración para determinar las causas de los mareos o el vértigo del paciente. Puede haber mareos hemodinámicos, que son los provocados por una falta de riego sanguíneo que te deja la tensión muy baja. También hay que descartar que el enfermo no haya sufrido un ictus (infarto cerebral) que le haya afectado a la zona del cerebro que precisamente controla y regula la percepción visual o el sentido del equilibrio.

–¿Y cómo se distingue un problema de otro?

–Si el paciente padece un vértigo rotatorio, si todo le da vueltas, el origen del problema está casi con toda seguridad en el oído. Se ha producido una inflamación del nervio que conecta el órgano vestibular con los ojos. En estos casos, el tratamiento más común consiste en recetar antiinflamatorios hasta que este nervio recupera sus condiciones normales.

–¿Qué otras causas provocan estas disfunciones?

–También se puede haber formado un cristal dentro del oído que provoca mareos al paciente cuando se gira.

–¿Y cómo se consigue eliminar este cristal?

–Mediante unos ejercicios posturales muy específicos para expulsarlo. Similares a posturas de yoga, se trata de unos movimientos muy específicos pero, en definitiva, sencillos de realizar. No obstante, repito que primero hay que descartar que el paciente haya tenido algún trastorno vascular de la misma manera que hay que controlar que la tensión arterial del enfermo no esté en niveles anormales.

–¿Hay otras posibles causas de los mareos y el vértigo?

–Sí. Una lesión medular como una hernia cervical también puede causar una alteración de la sensibilidad y dar una sensación de inestabilidad. También pueden estar asociados a enfermedades como la esclerosis múltiple, que muchas veces empieza con mareos y vértigo.

–¿Pasan muchos pacientes por su consulta con vértigo a las alturas?

–Sí, una gran parte de los pacientes manifiestan que padecen de vértigo fóbico. Y la sensación es horrorosa.

–¿Tiene cura esta fobia?

–En aproximadamente un cincuenta por ciento de los casos. Se puede llegar a superar pero hay pacientes que nunca lo consiguen. Los problemas de vértigo fóbico se curan si recuperas la confianza en tus reflejos.

–¿Cuál es el tratamiento?

–Básicamente con una terapia conductual en la que enfrentes al paciente con su problema para que poco a poco intente superarlo.

–¿A partir de qué edad es más común padecer estos problemas?

–Aumenta el riesgo con la edad y es más frecuente a partir de los cuarenta años. Se dan algunos casos entre personas más jóvenes, pero son mucho más inusuales y raros.

–¿Por qué todos los problemas de salud comienzan a partir de los cuarenta?

–Porque el ser humano está diseñado para vivir este periodo de tiempo. Todo lo demás es una propina.