­­Con motivo del año internacional de la química, el Club del diario celebra un ciclo de conferencias bajo el lema "Química: nuestra vida, nuestro futuro". Bernardo Herradón disertó ayer sobre las contribuciones de la química por un medio ambiente más limpio.

—¿Cómo explica que la química trabaje por un entorno más limpio cuando la contaminación es química?

—Todo lo cotidiano es química, estamos rodeados de sustancias químicas y todos los días nos beneficiamos de miles de productos químicos para nuestra ropa, nuestro trabajo o para nuestro transporte. Y si todo es química, también la contaminación lo es.

—Entonces, ¿Qué pueden hacer los químicos por el entorno?

— Muchas cosas. Primero determinar la concentración de sustancias en un medio. Conocer este dato es fundamental para intentar resolver el problema. Se pueden diseñar procesos para quitar las sustancias tóxicas del medio ambiente y sustituir los compuestos que sean perjudiciales para el entorno o las personas por otros que sean menos tóxicos. En tema energético, el problema es que quemamos combustibles derivados del petróleo y genera mucho CO2. La química está intentando encontrar métodos de generación de energía limpia como desarrollar materiales donde se pueda almacenar la energía eléctrica, que es más eficaz y limpia pero que no podemos almacenarla como un depósito de gasolina. Los químicos están trabajando en procedimientos que permitan tener depósitos de energía eléctrica. También están trabajando en desarrollar procesos conocidos como química verde o química sostenible que intentan minimizar la producción de desechos.

—¿Qué es la química verde?

—Es una filosofía de trabajo que intenta minimizar los impactos medioambientales de un proceso químico. Otro aspecto importante es el disolvente. Todos los disolventes tienen alguna peligrosidad. Se intenta minimizar el uso del disolvente y si no se puede, hay que abogar por reusarlo y, así, se evita lanzarlo al río. Por su parte, la química sostenible intenta minimizar el consumo energético, que también causa contaminación.

—En la relación química-medio ambiente, ¿El CO2 es el máximo problema?

—El mayor problema a nivel global es el alto nivel de CO2 en la atmósfera que se deriva del consumo excesivo de energía. Para resolver este problema la química puede diseñar métodos para capturar CO2, que es un producto químico que tiene sus aplicaciones industriales como por ejemplo para las bebidas carbonatadas. Hay otros problemas más locales como el uso excesivo de productos químicos. En mi vida diaria minimizo el uso de las sustancias químicas. Todos queremos usar un detergente que cuanto más eficaz, mejor pero debemos poner la dosis adecuada porque el excedente se va al río. Si el fabricante recomienda poner una pastilla de detergente para lavar la vajilla, yo echo tres cuartas partes y queda igual de bien. Esto se puede extrapolar al agricultor que usa un abono para cuidar sus cosechas y en lugar de usar un cazo, usa uno y medio pero este medio vaso de más no sirve para nada, solo para que las lluvias se lo lleven al río. También estamos todos los días manipulando miles de productos químicos. Se ha estimado que la cifra que diariamente cada persona está en contacto con sustancias químicas ronda los cien mil. El CO2 es un gran problema global pero luego localmente nos encontramos que hay pesticidas en cualquier río de España. Muchas veces el problema ambiental viene porque no somos conscientes de que eso que estamos manipulando son sustancias químicas y que suelen tender a acumularse en el medio. Todos tenemos que ser prudentes, la protección ambiental comienza con el individuo.