El mensaje lanzado hace pocos días desde el Govern, respecto a que la economía balear estaba recuperándose más rápido de lo inicialmente previsto, recibió ayer un jarro de agua fría desde el centro de estudios económicos creado por Sa Nostra y la Universitat balear (CRE). Su director, Antoni Riera, no ha dejado margen para la duda: durante el último trimestre del pasado año muchos indicadores han retrocedido y todo apunta ya a que la recuperación isleña se ha quedado "atascada". El resultado es que probablemente el archipiélago se va a tener que acostumbrar a convivir con elevadas tasas de paro durante mucho tiempo.

Porque el director del CRE no oculta que probablemente este año la economía balear va a recuperar la senda del crecimiento, pero con extrema debilidad, hasta cerrar el presente ejercicio con una tasa positiva de sólo el 0,5%. Y este medio punto es claramente insuficiente para compensar el fuerte retroceso de los dos ultimos ejercicios, con caídas del 1,8% en 2009 y del 0,9% en 2010. Esta opinión contrasta con la expresada recientemente por el conseller de Economía, Carles Manera, el cual pronosticó que la economía de las islas va a crecer este año por encima del 0,7% previsto inicialmente por el Govern, hasta acercarse a un 1%.

Causas de la desaceleración

Varios son los factores que según Antoni Riera explican la pérdida de velocidad de la economía isleña. En primer lugar la debilidad del consumo privado, que sigue evolucionando a la baja, ante la decisión de muchas familias de apostar por el ahorro como medida de precaución ante lo que pueda suceder en el futuro.

Pero también la inversión muestra una notable evolución a la baja, especialmente en el caso de la vinculada a la construcción. A ello hay que sumar el déficit público.

Por contra, la exportación de bienes y servicios presenta ya un balance positivo tras dos años de retrocesos.

También el gasto turístico muestra una evolución más favorable, con mayores desembolsos por parte de los visitantes llegados a finales de 2010, lo que ha permitido compensar el que las llegadas internacionales se hayan estancado y que la estancia media haya seguido evolucionando a la baja.

El principal problema de Balears radica precisamente en que su sector servicios ha comenzado a registrar tasas positivas, pero de extrema debilidad, lo que impide que actúe como "motor" económico. Y según el director del CRE, eso va a hacer que el camino a recorrer hasta la recuperación vaya a ser más largo, especialmente en lo referente al mercado laboral, con un constante crecimiento del paro de larga duración.

Antoni Riera admitió que los problemas que se registran en otros destinos competidores del norte de Africa pueden beneficiar al sector turístico de las islas, de la misma manera que el encarecimiento de los carburantes puede conllevar efector negativos.

Pero señaló que Balears debe liderar las reformas para alcanzar su recuperación económica, sin depender de lo que suceda en Túnez o en Alemania.