"Lo que nos viene los próximos tres años no será fácil, gobierne quien gobierne". Así lo ha asegurado el conseller de Economía, Carles Manera, en referencia a las restricciones de gasto público y a los límites de endeudamiento impuestos desde el Gobierno central para hacer frente a la crisis económica.

Manera ha comparecido a petición propia esta tarde ante la Comisión de Hacienda y Presupuestos del Parlament para hacer balance de la política económica del Govern y de sus resultados en lo que va de legislatura, un periodo en el que la deuda pública se ha multiplicado por 2,2 y el déficit por 2,4.

El conseller ha resaltado que la política "keynesiana" de incremento del gasto público para incentivar la actividad económica llevada a cabo en 2008 y 2009, reflejada en los cuantiosos incrementos de deuda y déficit citados, ha permitido mantener unos 40.000 puestos de trabajo, a pesar de lo cual el volumen de desempleados ha crecido al menos un 80 por ciento desde 2007.

"Se trataba de evitar el hundimiento absoluto", ha explicado Manera sobre la política de expansión del gasto público desarrollada hasta que en mayo del año pasado el Gobierno, a instancias de la Unión Europea, cambió drásticamente de política y obligó a restringir el gasto para contener el déficit público.

El conseller ha recalcado que los "requerimientos" del Ejecutivo central en este sentido "han sido expeditivos", lo que ha obligado a hacer ajustes como la reducción del presupuesto de 2010 en casi un 5 por ciento respecto año anterior y la rebaja del 5,4 por ciento en los de este año pese a que son una prórroga de los precedentes.

Asimismo, el Govern tiene que cerrar el presente ejercicio con un déficit máximo del 1,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) tras reducir los gastos en 2010 con el propósito de no rebasar el 2,4 por ciento del PIB impuesto por el Ejecutivo central, un objetivo que Manera aún no sabe si se ha podido alcanzar.

Sobre estas limitaciones Manera ha expresado sus dudas respecto al acuerdo entre el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para permitir que Cataluña emita más deuda pública: "No tengo tan claro que sea deuda a largo plazo, me temo que será deuda a corto", ha apuntado.

En cuanto al endeudamiento de Baleares, el conseller ha indicado que el propósito es cerrar 2011 con un máximo del 14 por ciento del PIB, lo que representaría un crecimiento de medio punto respecto al año pasado.

Pese a estas limitaciones para la administración pública, Manera también ha resaltado que la economía presenta signos de mejora como el incremento del volumen de negocios y de empleo en servicios, la ralentización de la subida del paro y el aumento de la recaudación tributaria en 2010.

El diputado del PP Francesc Fiol ha reprochado al Govern que hiciera en 2008 y 2009 unos presupuestos tan "expansivos" y ha puesto en duda tanto la supuesta apuesta por las políticas sociales como la bondad del nuevo sistema de financiación, que todavía no se ha materializado.

Fiol también ha afirmado que el desarrollo de la Ley de Dependencia es más "un desiderátum" que una realidad, un aspecto en el que el conseller le ha dado la razón y ha explicado que al dotar insuficientemente esta ley el Gobierno fuerza a las comunidades a incrementar su déficit.