La construcción de 14 nuevos puentes, algunos dobles, va a marcar la ampliación del segundo cinturón de Palma, un proyecto que se va a desarrollar a lo largo de los próximos tres años y que conllevará una inversión aproximada de 157 millones de euros. Esta iniciativa no sólo supone dotar de cuatro carriles el nuevo eje radial que rodeará la ciudad desde el Coll d´en Rabassa hasta el polígono de Can Valero, sino también modificar drásticamente la actual imagen del Camí dels Reis, la carretera de Sóller o los accesos a las grandes superficies comerciales situadas junto a las autopistas del aeropuerto y de Inca.

El director insular de Carreteras del Consell de Mallorca, Ernesto Santamaria, anuncia que en cuestión de días saldrá a licitación el primer tramo de estas obras, en concreto el comprendido entre Son Ferriol y la carretera vieja de Inca. El proyecto ha tenido que ser remitido a Bruselas al tratarse de una obra que, por su envergadura, debe de estar al alcance de cualquier empresa europea. Así, los trabajos podrían iniciarse en marzo o abril. La reforma del Camí dels Reis es la fase que se encuentra más retrasada, ante la necesidad de coordinar esta actuación con el ayuntamiento de Palma, titular de esta vía.

La ejecución será sumamente compleja e incluirá algunas actuaciones que implicarán cambiar sustancialmente la imagen de algunas de las principales vías de entrada y salida de la ciudad.

Por ejemplo, el puente que ahora existe sobre la autopista del aeropuerto para enlazar el Coll d´en Rabassa y la rotonda del Carrefour será demolido y sustituido por otros dos paralelos, uno para el tráfico de paso del segundo cinturón y otro para los vehículos que desean llegar a la citada zona comercial y a Mercapalma, al tiempo que las salidas de la autovía en esos puntos se verán modificadas. También se construirá un nuevo puente paralelo al actualmente existente sobre la autopista de Inca en las inmediaciones de Alcampo.

Además, se levantarán nuevos puentes –cuya altura puede ir de los dos a los seis metros– en otras intersecciones, como en la carretera de Manacor, la carretera vieja de Sineu, y las proximidades del Pla de na Tessa, al igual que en el nuevo acceso norte a Son Castelló o en la zona que ahora ocupa la rotonda de la carretera de Sóller, siendo este punto uno de los que va a ser objeto de una reforma más amplia. Y todo ello sumado al soterramiento de buena parte del Camí dels Reis.

Ernesto Santamaria no oculta que una actuación de semejante envergadura ocasionará problemas en el tráfico, pero hace especial hincapié en que éstos van a ser muy puntuales. Porque una de las condiciones que se han incluido en los concursos para la ejecución de las obras es precisamente que las constructoras aporten soluciones técnicas que eviten afectar a los vehículos que circulan por la parte ya existente del segundo cinturón mientras duren los trabajos.

Aunque el Consell de Mallorca todavía no ha determinado el número de propietarios que deberán ser expropiados, sí se ha hecho una estimación del desembolso que supondrá hacerse con los terrenos necesarios para ampliar el segundo cinturón: unos 15 millones de euros.

Y otra novedad es que esta vía contará con numerosos paneles de información variable, como los de la vía de cintura, y con cámaras de televisión, cuya instalación se va a coordinar con la Jefatura Provincial de Tráfico.