El juzgado de Manacor ordenó ayer el trasladó a un centro de la península a los ocho inmigrantes argelinos que el pasado lunes fueron interceptados tras llegar a Mallorca a bordo de una patera.

A primera hora de la mañana de ayer la Policía trasladó desde la comisaría de Palma al juzgado de Manacor a los ocho jóvenes, para que se les comunicara la decisión de trasladarlos a un centro, donde aguardarán su expulsión a su país de origen.

El trámite fue rápido y una vez que se comprobó que estas personas habían intentado llegar a Mallorca ilegalmente, fueron de nuevo llevadas a las dependencias policiales a la espera de que esta mañana viajen a Barcelona.

Los argelinos fueron detectados el pasado lunes cuando habían llegado a la costa de ses Salines a bordo de una pequeña embarcación empujada por un motor de escasa potencia. Esta patera fue localizada por uno de los siete radares que están distribuidos por distintos puntos de las islas.

El delegado del Gobierno, Ramon Socías, explicó que los ocho inmigrantes zarparon a bordo de esta pequeña lancha desde el puerto argelino de Dallys. Antes de tocar tierra en Mallorca tuvieron que superar una travesía marítima de más de 20 horas, según calculan las autoridades.

El radar instalado en Cabrera localizó la barca a unas 23 millas de la costa de ses Salines. Poco antes de que llegara a la costa el radar perdió la pista, pero de inmediato se avisó a las fuerzas de seguridad para que estuvieran pendientes de su llegada, ya que con toda seguridad los inmigrantes intentarían esconderse por la isla.

Los ocho jóvenes no pudieron ir muy lejos ya que de inmediato fueron localizados y detenidos por la Guardia Civil.

No se descarta que la patera localizada procediera de un barco nodriza.