"Espero que Jesús y la Virgen me bendigan para barrer la progresía que ha destrozado Mallorca". Es el comentario que el nuevo párroco de Pollença, Eusebio Capel, escribió en su Facebook como respuesta a una felicitación por su nuevo nombramiento. DIARIO de MALLORCA lo publicó en su edición del sábado y saltó la polémica. Unos lo interpretaron en clave política, otros entendieron perfectamente que se refería a la progresía eclesiástica. Eusebio Capel aprovecha esta entrevista para explicar su afirmación. En ningún momento hace referencia a la ideología política. De hecho, le "da igual si un sacerdote es de derechas o de izquierdas mientras tenga la visión eclesiológica que nos dice quienes somos". Aprovechará su vocación de lucha olímpica para lograr que la iglesia de Mallorca sea santa, apostólica y romana. Rechaza el aborto y la homosexualidad, pero nunca daría la espalda a feligreses homosexuales o a mujeres que hubieran abortado porque "son hijos de Dios". El próximo 28 de agosto tomará posesión como párroco del Port de Pollença y el 29 como responsable de la parroquia de Pollença.

– Se va al arciprestazgo norte de la isla, conflictivo donde los haya. ¿Su vocación de lucha olímpica le servirá para combatir la polémica desatada?

– Soy deportista. Y un deportista sabe luchar en buena lid. Sabemos ganar, perder pero siempre con fair play (juego limpio). Tal vez, este fair play es lo que he echado en falta en el artículo del diario. Busco el juego limpio. Me hizo mucho daño que se publicara mi comentario del Facebook. Sabía que la gente lo vería, pero las comunicaciones van dirigidas a personas concretas. En mi intimidad digo lo que quiero sin faltar a mi conciencia. La frase "barrer la progresía que ha destrozado Mallorca" me la hubieran podido preguntar a mí. No doy ni un paso atrás. Comparto las visiones eclesiológicas y considero que el progresismo eclesial ha hecho mucho daño. El mensaje no habla de Pollença. Considero que ha hecho daño a Mallorca, España y Europa. No me escondo. Si me lo hubieran pedido, lo hubiera dicho abiertamente.

– ¿A qué se refiere cuando habla de barrer la progresía?

– No tiene nada que ver con la política. Yo no me meto con los socialistas, que hagan lo que quieran. Dentro de mi visión eclesiológica, que es tan legítima como las otras, mi aspiración (y eso significa barrer) es que la Iglesia de Mallorca en su actuar tenga las posiciones eclesiológicas de la Iglesia Universal. Yo creo que la Iglesia debe ser santa, apostólica y romana. Considero que desde hace bastantes años se han ido dejando determinadas tradiciones por el camino.

– ¿Cómo cuales?

– No se ha cuidado la liturgia ni la catequesis; se ha promulgado una moral que no corresponde a la que dice la Iglesia y se han olvidado elementos de devoción muy arraigados en el pueblo mallorquín. Una persona que era católica hace 30 o 40 años hoy en día no reconoce a la Iglesia. La gente que viene a la parroquia diariamente no sabe nada. ¡Hago misas de funerales donde muchos asistentes no saben ni el Padre Nuestro! Y esto es muy preocupante para un sacerdote. Que determinada catequesis enseñe a los niños que se tengan que ordenar mujeres, casar homosexuales o que estemos de acuerdo con los preservativos y, en algunas ocasiones, con el aborto... eso será en su iglesia porque la de Cristo, no.

– ¿Y si le pregunto si casaría homosexuales?

– Si yo tuviera mi propia iglesia, a lo mejor sí. Pero yo estoy en la Iglesia de Cristo y debo predicar lo que la Iglesia Universal dice. Yo apuesto por reconducir la Iglesia católica para que sea profundamente católica. Siau qui sou, decía Miquel Costa i Llobera. ¿Quiénes somos los católicos? Hoy en día no podemos responder a esta pregunta. Los católicos son seguidores de Cristo y de la Iglesia de siempre. Hemos cometido errores pero somos humanos. Sólo pido coherencia con el catecismo de la Iglesia.

– Nueva polémica en el episcopado de Jesús Murgui. Es una utopía la paz ideológica en el seno del clero?

– Hay que tener cuidado al utilizar la palabra ideología porque las palabras en sí mismas no son inocentes. Creo que lo guapo de la iglesia es que haya diferentes ideologías, incluso creo que pueden ser positivas mientras estas ideologías no deformen la realidad que debe ser única, que es la Iglesia católica. Por ello, nunca hablo de ideologías, siempre hablo de eclesiologías, que es una visión desde la Iglesia y para la Iglesia. Ideología tiene un componente más político. Me da igual que un sacerdote sea de derechas, izquierdas o de centro, mientras este sacerdote tenga la visión eclesiológica que nos dice quiénes somos. No puede ser que una visión política deforme la concepción eclesiológica.

– Su comentario ha generado malestar en el sector progresista, le acusan de ir para atrás.

– ¿Y dónde están ellos? ¿Qué significa ir para atrás? Tal vez ellos han ido tan hacia adelante que han perdido de vista de dónde venían. Tienen una visión que creen que está por delante de los otros. No pueden acusar a una persona por ser fiel a su origen. Me dirán que debo ser fiel a Jesús, pero conocemos a Jesús a través de la Iglesia.

– Un sacerdote debe estar al servicio de todos. ¿Daría la espalda a una feligresa que hubiera abortado?

– La acogería con más cariño que nunca porque seguramente esta mujer está destrozada interiormente. Hay que ayudarla. No le cerramos la puerta, como tampoco cerramos la Iglesia a los homosexuales. Eusebio Capel está absolutamente en contra del aborto pero cerca de las mujeres que decidan abortar, cerca de las persona que pueden hacer cosas mal hechas para darles a conocer a Jesús. Lo que pasa es que me quieren hacer decir que Eusebio o la Iglesia está de acuerdo con el aborto o la homosexualidad. Son hijos de Dios y la Iglesia es de todos los cristianos.

– ¿Qué tal con Gaspar Montserrat?

– Siempre hemos tenido una relación muy cordial. El sabe que yo sé que tenemos diferentes visiones eclesiológicas pero no busco un enfrentamiento con él ni con Pollença. Yo no hablo de personas, me refiero a la iglesia de Mallorca. Me ha hecho daño que se buscara un enfrentamiento con Gaspar. No me interesa llevar a cabo una lucha contra ninguna persona, mi lucha es contra posiciones eclesiológicas, que encarnan personas concretas pero, como me ha enseñado Jesús, intento estar a su lado lo más caritativamente que puedo.

– ¿Cuál es su misión al frente de la parroquia de Pollença?

– Hay cierta expectación pero soy consciente que me voy a estas dos parroquias para intentar ser un sacerdote de la Iglesia católica y, fundamentalmente, un padre para todos, por los que piensan y por los que no piensan como yo. Supongo que algunos me esperarán con la vara de Joan Mas.