Pese a que los políticos se empeñan en afirmar que el recorte presupuestario que ha sufrido este año la conselleria de Salud no implicará una merma en la calidad asistencial, una buena parte de los enfermos de sida o los seropositivos de las islas que antes tenían controlada su enfermedad ingiriendo una única pastilla al día, ahora tendrán que tomar un mínimo de tres.

El motivo de este cambio en la medicación de estos enfermos crónicos no es otro que la sustitución de uno de los componentes de su tratamiento por un genérico de menor coste sobre el que además planean sombras de duda entre los profesionales sanitarios consultados acerca de que tenga la misma efectividad que el principio activo al que sustituye.

Fuentes a las que ha tenido acceso este diario revelaron que el Servei de Salut calcula que se ahorrará una cifra cercana a los tres millones de euros anuales con el cambio de esta medicación y que, sólo en Son Dureta, este ahorro rondará el millón de euros.

Esta contención del gasto, aunque no desdeñable en tiempos de crisis económica, no ha sido abordada de la misma manera por el resto de las comunidades autónomas. En concreto, la comunidad andaluza se lo planteó inicialmente pero luego decidió dar marcha atrás ante la impopularidad de la medida. Por contra, en el País Vasco se optó por un mayor pragmatismo: negociar con las farmacéuticas una rebaja en el coste de esta medicación específica.

Por tanto, Balears se ha erigido como la única comunidad del país en la que se ahorrará alterando la medicación de un colectivo tan vulnerable como es el de los enfermos de sida y las personas seropositivas que aún no han desarrollado la enfermedad gracias, precisamente, a las adelantos alcanzados con los tratamientos antiretrovirales.

Este rotativo hizo una comprobación entre los diferentes centros hospitalarios públicos de las islas y tanto en Son Dureta, como en Son Llàtzer, el comarcal de Inca, el hospital de Manacor, el Mateu Orfila de Menorca y el hospital de Can Misses de Eivissa se ha adoptado ya el cambio de medicación sugerido en una circular remitida a las gerencias de todos estos centros por Joan Pou, director asistencial del Servei de Salut.

En este escrito, con fecha del pasado 4 de junio, se recomienda "que se contemple la sustitución de las especialidades combinadas de antiretrovirales por sus equivalentes genéricos separados cuando aquellos supongan un mayor coste de adquisición que las especialidades genéricas disponibles".

Y éste no es un hecho baladí en una enfermedad que todavía está muy mal vista en la sociedad, que es sistemáticamente ocultada por sus portadores y que provoca una fuerte inestabilidad emocional en un elevado porcentaje de ellos, según recalcaron en la Asociación de Lucha Antisida de Balears (ALAS), que revelaron asimismo que han recibido multitud de llamadas de pacientes sometidos a estos tratamientos alarmados por el cambio en su medicación.

"Es muy diferente tomar una única pastilla por las noches en ayunas, dos horas después de la cena y antes de irte a dormir, que tener que medicarte con tres fármacos cada día. Y más aún cuando en muchos casos se trata de personas seropositivas, que han contraído el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) pero no han desarrollado la enfermedad y que, por vergüenza, han ocultado esta circunstancia incluso hasta a sus personas más allegadas", señalaron desde ALAS.