Una mujer ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional ante la presunta agresión que el pasado viernes sufrió su nieto, ingresado en el centro de reclusión de menores de es Pinaret, por parte del personal de seguridad de estas instalaciones. Según la versión de la denunciante, cuando visitó al joven el sábado pudo ver los moratones que mostraba en la cara y en la espalda. Por su parte, desde la conselleria de Asuntos Sociales se admite que se registró un incidente con ese muchacho, pero se afirma que los vigilantes se limitaron a inmovilizarlo siguiendo el protocolo de actuación para este tipo de situaciones.

Las versiones de la denunciante, Josefina Ferragut, y la Conselleria, son coincidentes en el inicio del problema. Según la abuela, su nieto reconoció que la noche del pasado viernes llegó a es Pinaret, donde se encuentra recluido en régimen semiabierto, más tarde de lo autorizado y "un poco ebrio". Fuentes del citado centro de internamiento elevan el nivel de ese estado y afirman que el joven estaba totalmente descontrolado por las sustancias que había ingerido.

Según esta última versión, el personal educativo se vio incapaz de dominar al joven y se reclamó la presencia de agentes de seguridad para inmovilizarlo. Se admite también que hicieron falta "más de dos guardias" para conseguirlo debido a la fuerza física del muchacho –su abuela no oculta que su nieto acude habitualmente a un gimnasio y que es "bastante alto"–, pero se insiste en que se trató de una actuación "de contención", que bajo ningún concepto puede ser considerada como una agresión.

Es en este punto donde se ponen en evidencia las mayores discrepancias. Josefina Ferragut afirma que cuando visitó a su nieto el sábado, se lo encontró con la cara llena de moratones, y que éste le enseñó la espalda para que pudiera comprobar que también tenía golpes en ella.

Según las declaraciones de la abuela a DIARIO de MALLORCA, recogidas también en la denuncia, el joven asegura que fue víctima de una agresión por parte de los vigilantes, durante la cual llegó a perder el conocimiento. Además, se subraya que tras este incidente no recibió la menor atención sanitaria.

Sin atención médica

La denunciante reconoce que su familiar es un joven conflictivo desde muy pequeño y respalda el hecho de que se le puedan aplicar castigos si incumple las reglas en es Pinaret "porque es bueno que haya un orden, pero por lo que no paso es porque cinco vigilantes le den una paliza a mi nieto". Josefina Ferragut añade que el joven siguió recibiendo golpes incluso cuando ya se le habían conseguido inmovilizar las manos.

Además, en la denuncia ante la Policía Nacional se recoge también la afirmación de que en ningún momento, tras el incidente, el muchacho recibió atención médica.

Respecto a esta última cuestión, desde Asuntos Sociales se destaca que es Pinaret dispone de un servicio sanitario las 24 horas del día, por lo que se consideró muy poco probable que si se hubieran producido heridas apreciables éste no hubiera intervenido, aunque se reconoció también que todavía no se disponía de información en este sentido.