La fiscalía anticorrupción y la acusación particular en nombre del actual Govern no se creen que el anterior presidente del Ejecutivo balear Jaume Matas cobrara, en 1997, varios millones de pesetas por un traspaso inexistente de un local comercial en la calle San Miguel. Matas aseguró durante su larga declaración que percibió 100.000 euros (unos 16 millones de pesetas) en negro por el traspaso, mientras que los empresarios que alquilaron el local manifestaron el lunes que pagaron al ex president del Govern 10 millones de pesetas (60.000 euros) por aquella operación.

Los investigadores del caso Palma Arena están muy sorprendidos por el cambio de versión de Jaume Colomar y Juan Bautista Guardiola, dos socios que regentan, desde 1997, una zapatería en la calle San Miguel. El negocio ocupa el local dejado por Eléctrica Matas, la tienda de la familia del ex president, y que es propiedad de Margarita Palou, la madre del principal imputado en el Palma Arena.

Guardiola y Colomar en sus declaraciones ante la Policía Judicial de la Guardia Civil manifestaron que, cuando se hicieron cargo del local pagaron una pequeña cantidad en negro. El lunes, ante el juez José Castro, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach y la abogada del Govern María Ángeles Berrocal, sostuvieron que sí habían entregado 10 millones de pesetas a Matas por el traspaso de la tienda.

Guardiola y Colomar declararon como testigos y fueron interrogados a fondo sobre las circunstancias de aquella sospechosa operación.

Los dos empresarios no aportaron documento bancario alguno que justificase el haber sacado de sus cuentas los 10 millones de pesetas. Tampoco entregaron un contrato privado o algún tipo de papel donde Margarita Palou y ellos acordaran el abono de dicha cantidad y los motivos de la operación.

Pero lo que más suscitó las dudas de los investigadores fue el hecho de que, antes que ellos, aparentemente no había habido otros inquilinos en el local, por lo que difícilmente pudo haberse producido un traspaso.

Jaume Matas, defendido por Rafael Perera y Manuel Ollé, trató de justificar los cien mil euros usados para abonar la señal (arras) del piso de Don Ramón de la Cruz de Madrid, con el dinero del traspaso.

Matas atribuyó al cobro en negro de parte de la renta del local el dinero empleado para algunos de sus incrementos patrimoniales. Colomar y Guardiola también admitieron que pagaban unos mil euros al mes de alquiler en dinero opaco al Fisco.

Los investigadores sí que dan credibilidad a esta parte del alquiler en negro, pero piensan que ese dinero no bastaba para justificar los grandes incrementos patrimoniales del ex president. Una inusual cláusula del contrato de alquiler, que faculta al dueño a subir la renta un 50% cuando le plazca, avalaría los pagos en negro.