La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, lo tiene claro. No va a abandonar el barco, pero, como reiteró el domingo y dijo el pasado lunes por la noche, tampoco está dispuesta a gobernar bajo amenazas. Su entorno más próximo asegura que está tan harta de los desplantes de Miquel Nadal y UM que, tras el abandono del pleno por parte de los concejales regionalistas, estaba decidida a afrontar un gobierno en minoría con el Bloc, aunque ello hubiera supuesto en unos meses tener que afrontar una hipotética moción de censura interpuesta por los concejales del PP. En este caso, los 14 ediles ´populares´ no serían suficientes, por lo que deberían tener el concurso de al menos un concejal de UM. Ahora las negociaciones se centran en convencer a Antich de la necesidad de "tener las manos libres" para adoptar decisiones ante hipotéticos nuevos desplantes de UM de cara el futuro. Y, en el caso de que se produzcan, que haya una respuesta firme y contundente por parte del president del Govern y secretario general socialista.