Durante la legislatura pasada, el Consell dispuso de 64 altos cargos. Tras la llegada del Pacto, este número ha aumentado hasta 91, un 42,18% más de consellers, directores generales, secretarios generales técnicos, gerentes, asesores y periodistas, según cálculos avalados por el PP que la institución no ha desmentido.

Una parte considerable de estos nombramientos se justificó con el traspaso previsto de algunas competencias que en la actualidad son de ámbito autonómico.

Es el caso del departamento de Turismo que dirige Isabel Oliver (PSOE), creado para preparar la asunción de esta competencia antes de que acabe la legislatura. Sin embargo, el traspaso no se ha producido y, oficialmente, no se iniciarán los estudios para ello antes de 2010. Turismo corresponde a UM en el Govern.

En situación similar se encuentra Medio Ambiente, departamento de UM que creó y dotó la dirección general de Caza. La competencia iba a ser transferida este año, pero se ha retrasado al 1 de enero de 2010. En el Govern, Caza es de gestión socialista.

La conselleria de Juventud e Igualdad (PSOE) también debía recibir en este segundo semestre "el traspaso de las políticas de género, de conciliación de la vida familiar y laboral, y de la mujer", dejando para 2010 juventud, ocio y actividades catalogadas. El traspaso no se ha producido desde la Conselleria que gestiona el Bloc.

Sin embargo, otras conselleries y direcciones generales corresponden a la reordenación de departamentos ya existentes en el mismo Govern. Es el caso de Interior (Bloc) o Promoción Sociocultural (UM).

El número de asesores ha experimentado un incremento excepcional. Dejando a un lado a los periodistas con rango de director general o jefes de gabinete, el Consell ha pasado de asalariar a 8 personas a pagar a 21.

En total, se han creado cuatro cargos de conseller ejecutivo, con un sueldo de 61.108 euros anuales 9 direcciones generales o secretarías técnicas, remuneradas con 52.078 euros, y 16 asesorías, con pagas comprendidas entre los 33.407 euros y los 57.120, que suponen un gasto anual de 693.038 euros a las arcas del Consell, una institución que de manera recurrente apela a su insuficiencia presupuestaria. La suma de salarios llega a 1,5 millones.

Cabe señalar que, si bien desde el Pacte se ha negado siempre cualquier tipo de reparto de sillas en las instituciones, el número de los nuevos cargos de esta legislatura se aproxima a la representatividad alcanzada por PSOE, UM y Bloc en las últimas elecciones.

Cabe recordar que la primera reivindicación de los consellers de UM para regresar a sus cargos de gestión en el Consell fue la reducción en el número de altos cargos. No ha trascendido que se haya llegado a un acuerdo en este sentido tras las negociaciones.