La Unión de Asociaciones de Centros para personas con discapacidad (UNAC) denunció ayer que el "cambio de usos" del centro Joan Crespí, determinado "unilateralmente" por la conselleria de Asuntos Sociales, ha dejado "sin atención integral" a cerca de un millar de personas con grave discapacidad física.

Tal cifra la calcula la asociación aplicando la prevalencia de las lesiones a la demografía balear, aunque desde la Conselleria y otras asociaciones se señala que la cifra real es considerablemente menor.

Como se recordará, el Govern decidió mantener el carácter de servicios que había sido previsto desde un inicio para el edificio, dado que no se podía adaptar a las necesidades sanitarias de los lesionados medulares. El PP, aunque prometió estos usos sanitarios, no los incluyó en las obras, y avisó que se abrirían de manera escalonada, a largo plazo. Según aseguró ayer la UNAC, "no es que el edificio no se adapte, sino las condiciones de su licitación" en los dos concursos que la Conselleria ha lanzado y a los que no se ha presentado el Instituto Guttmann, el referente en este tipo de atenciones.

Guttmann explicó que el escaso número de lesionados de Balears no compensaba la apertura de su institución en Balears. Sin embargo, el Govern ha prometido a las asociaciones que habilitará una unidad médica específica.