Marta Monfort (Barcelona, 1944) se sumerge a diario en el mundo de la lectura y se deja deleitar con Campanades a morts, de su ídolo Lluís Llach. "Por descontado, también rezo y hago vida comunitaria", admite mientras sigue con su repertorio de música predilecta. Llegó a la isla hace 16 años y afirma sentirse muy bien acogida: "Espero que de aquí no me muevan", añade esta peculiar religiosa a quien no le gusta que la traten de ´progre´. "Soy lo que soy". Y punto.

-¿Cómo afronta el nuevo curso tras el cambio de riendas en el Govern?

-De momento no nos cabe ninguna otra opción que esperar, y esperar sobre todo a que sea gente que se lo tome muy en serio para ver si conseguimos dar la calidad necesaria a nuestro sistema educativo. Esperanzas, todas.

-¿Teme retrocesos en su relación con la Administración?

-Por ahora solo se ha producido un retroceso y ha sido en el trilingüismo.

-¿Le parece incorrecta la decisión del actual departamento de Educación de interrumpir este programa hasta conseguir los recursos necesarios para llegar a todo el alumnado?

-Desde Escola Catòlica veíamos el trilingüismo como algo muy bueno, siempre y cuando no salieran perjudicados ninguno de los dos idiomas oficiales, siendo la lengua catalana (por descontado) la que necesitaría mayor protección en Balears. Se tenían que tomar medidas correctivas para respetar el proyecto lingüístico de cada colegio, pero pararlo no nos ha parecido adecuado.

-¿Está de acuerdo en que la implantación del trilingüismo ha beneficiado a unos pocos privilegiados, la mayoría de ellos alumnos de centros concertados?

-Estoy de acuerdo en que hubo más respuesta de la escuela concertada. Le diré que se han visto beneficiados aquellos escolares que iban a unos colegios que optaron por este modelo, pero posibilidad de acogerse al programa la tuvieron todos. Quien no lo hizo es porque no quiso, porque la misma falta de recursos tenemos unos que otros.

-Algunos medios de comunicación y asociaciones conservadoras la han tachado de catalanista...

-Ya me dirás... me parece que quien trate al colegio Madre Alberta de catalanista está mal informado. Lo que tiene que querer cualquier titular de una escuela es que el alumno salga con el dominio perfecto de las dos lenguas oficiales. Y si ahora se tiene que aprender bien inglés, pues se aprende.

-De momento, las islas no pueden alardear del conocimiento de inglés de sus alumnos.

-La sociedad tiene que hacer también un esfuerzo y se tienen que favorecer medidas para que esta lengua no se aprenda sólo en el colegio. ¿Por qué no se emiten los dibujos animados en inglés?

-¿Apoya la gratuidad de los libros de texto que se pretende llegar a aplicar?

-Como Escola Catòlica no estamos de acuerdo. Un libro es un tesoro y las cosas que se regalan muchas veces no se valoran. O sea, ayudas sí, pero gratuidad para aquel que lo pueda pagar, no. Respecto a la norma que ahora se ha aprobado, creemos que se ha hecho de manera precipitada y sin consenso. Debe debatirse en el Consejo Escolar, porque presenta dudas y dificultades para las que el Govern no ha dado respuesta.

-Las condiciones para recibir una beca abarcan a un grupo muy reducido de la población...

-Vale, de acuerdo. Encontrar a alguien que reúna las condiciones para adquirir una ayuda es como buscar una aguja en un pajar y quizás sí que se tendrían que revisar los requisitos [para acceder a ellas]. Pero gratuidad porque sí no me parece correcta.

-Balears es una de las comunidades con mayor índice de fracaso escolar. ¿Qué medidas propone para evitar que casi la mitad de los adolescentes empiecen su vida laboral sin el título de ESO?

-Aquí [en Balears] fácilmente una criatura de 16 años abandona los estudios porque se va a trabajar en la hostelería y la empresa se tendría que implicar. ¿Cómo? Negándose a contratar empleados sin capacitación. Puede que así conseguiríamos que la gente acabase al menos la secundaria obligatoria.

-¿Cree que la calidad del sistema educativo balear es el adecuado tras la llegada masiva de inmigrantes en los últimos años?

-No, no... esto no es un tema de inmigración. Es un tema social. Nosotros estamos cansados de salir siempre en la cola de los informes PISA... Se tienen que poner medidas para mejorarla y una de ellas pasa por recuperar la autoridad que han perdido los padres y profesores. Frases hechas como pasarás más hambre que un maestro de escuela muchas veces hacen perder un reconocimiento social y si para ganarlo tenemos que reconvertir las diplomaturas en licenciaturas y obligar a los maestros a cursar un máster para enseñar, estoy totalmente de acuerdo. Los padres también deben de implicarse, por descontado.

-¿Qué les aconseja?

-La gente debe tener pautas. Tenemos que aprender a saber decir ´no´ de vez en cuando, porque esto educa. Concederlo todo, dejar que las criaturas hagan lo que quieran las 24 horas del día es más fácil, pero no es educativo. Tenemos que marcar unos límites y esto lo tienen que hacer los padres, la escuela y la sociedad.

-¿Qué le parece tanto vaivén de leyes educativas?

-Lo que no puede ser es que a cada cambio de color político, cambiemos de ley. Llega un momento en que no tenemos ni tiempo ni recursos para llevar a cabo ninguna de las normativas que se implantan y esto nunca podrá dar calidad.

-Un colegio público como La Soledad, con más de un 30% de niños extranjeros de hasta 25 nacionalidades diferentes, ¿tiene todos los puntos para convertirse en un gueto?

-Si todos los colegios recibieran los refuerzos suficientes para la integración real de este alumnado no deberíamos temer a que se convirtieran en guetos.

-Se les reprocha que reciban subvenciones públicas y que, sin embargo, acojan a un menor porcentaje de escolares extranjeros.

-La concertada no tiene ayudas para transporte y comedor y es difícil que un niño de la Soledad pueda acceder fácilmente a Son Rapinya. Por mí pueden venir todos los que quieran siempre y cuando, como mínimo, o acepten o respeten nuestro carácter propio. Estaremos encantados de tenerlos mientras reúnan esta condición y se nos faciliten recursos, ya que Escola Catòlica considera a los inmigrantes no como un problema, sino como una riqueza. De hecho, en nuestras aulas hay muchos hispanoamericanos y europeos del Este que quieren educarse con nuestros valores y se integran perfectamente.

-Se dice que algunos centros concertados "hinchan" las notas a sus estudiantes.

-Si lo hiciésemos los alumnos caerían como moscas en la selectividad y no se caen. Incluso este año hemos tenido una de las mejores notas.

-¿Qué es para usted una familia?

-Para mi una familia es un padre, una madre, unos hijos, abuelos, hermanos, primos... pero esto no quiere decir que yo no respete que haya gente que tenga otras opciones.

-¿Aceptaría el hijo/a de una pareja homoparental católica en el colegio Madre Alberta?

-¿Por qué no? Quiero decir, si el padre opta por nuestra escuela, yo no le diré que no. Además, este tipo de cosas ya no las preguntamos para entrar. Lo único que le digo es: ¿Usted quiere y se compromete a respetar nuestra propuesta educativa? ¿Ok? ¡Ok! Lo demás pertenece a su situación personal y yo ahí no entro.

-La asignatura Educación para la Ciudadanía pretende enseñar valores éticos basados en los derechos humanos y fomentar el pensamiento crítico y la libertad de conciencia. ¿Qué hay de malo en ello?

-Francamente, creemos que para promover estos valores ciudadanos quizás no hacía ninguna falta hacerlo a través de una asignatura, pero no tiene nada de malo.

-¿La considera una doctrina?

-Yo no veo tanto peligro mientras se enseñe de acuerdo con el carácter propio y nuestros padres no tienen que tener ningún miedo. Puede que le sorprenda, pero es lo que pienso.

-¿Aconseja a sus alumnos a utilizar métodos anticonceptivos para prevenir enfermedades de trasmisión sexual?

-Esta es una cuestión personal y cada uno tiene que actuar de acuerdo con su credo y su conciencia. Punto. No obstante, los libros de texto de biología exponen los métodos anticonceptivos que hay.

-No le parece que el PP hizo un trato de favor a los colegios del Parc Bit vinculados al Opus vendiéndoles el solar a 25 euros el metro cuadrado?

-Eso es un problema de ellos. Crear estas escuelas es un derecho constitucional y les deseo que tengan mucho éxito. Lo de los terrenos... no tengo ni idea ni tengo porqué saberlo.

-¿Qué opinión le merece la separación de sexos en las aulas?

-La respeto. Hay corrientes pedagógicas que apoyan las separación y otras partidarias a la coeducación. ¿Qué hay aquí de fundamental? Que el padre pueda elegir. Lo que tengo que decir es que todas las escuelas católicas de aquí [Mallorca] hemos optado por la coeducación porque era una demanda social y porque vimos que -con las medidas correctivas adecuadas- podemos sacar el máximo rendimiento, tanto de los niños como de las niñas.

-Se ha hablado de emplazar el nuevo hospital de referencia de Balears en las cercanías de Madre Alberta. ¿Le parecería bien tenerlo de vecino?

-No me molestaría. A lo mejor así incluso nos resolverían los problemas de infraestructura que tenemos. En Son Rapinya la situación es muy seria. Con los colapsos que se forman [en las entradas y salidas del colegio], ¿cómo sale una ambulancia de aquí?. Si no lo resuelven rápido puede llegar a ser un problema muy grave. Esperemos que el nuevo equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Palma tome las medidas oportunas.