"Las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo son los que lo consiguen"

Steve P. Jobs.

Con tan solo 56 años Steve Jobs, el hombre ya convertido en mito que consiguió democratizar la tecnología y acercarla al gran público, se ha marchado. Desde el campus de Apple en Cupertino –California– hasta las tiendas que la compañía tiene repartidas por todo el planeta, los millones de usuarios y admiradores del mito y de la compañía que creó no han parado de dejar flores y velas encendidas en su recuerdo.

Jobs, el visionario que consiguió popularizar la informática doméstica, acercar la música a las masas y revolucionar desde sus cimientos la industria de la telefonía móvil era definido como "un trabajador incansable", aunque para otros no dejaba de ser un "adorable tirano". Pero entre todos los que pudieron conocerle y trabajar con él codo a codo, hay un adjetivo que se repite continuamente, y ese apelativo es el de genio.

Hijo de Joanne Carole Schieble y Abdulfattah Jandali, nació en Wisconsin el 24 de febrero de 1955 para ser adoptado unos meses después por Paul y Clara Jobs, de Mountain View, California. Estudiante discreto y persona intranquila, ya a la edad de 12 años empezó a mostrar sus inquietudes por la tecnología. Corría el año 1967 cuando un niño llamado Steven telefoneó a William Hewlett, presidente y fundador de Hewlett-Packard. Nunca se supo qué se dijo en aquella conversación, pero el propio William Hewlett ofreció en persona un trabajo de verano al precoz hijo de los Jobs.

Pero el joven Steven era todavía demasiado joven y tenía antes que acabar sus estudios, algo que nunca llegó a conseguir. En 1972 se gradúa en el Instituto Homestead de Cupertino para comenzar luego unos estudios superiores que abandonaría tras el primer semestre debido a los problemas económicos que estaba atravesando su familia, como reconocería años después en el ya famoso discurso de Stanford.

Los difíciles inicios

Tras dos años en la compañía de videojuegos Atari, el día de los inocentes de 1976 –en EEUU es el 21 de abril–, Steve Jobs funda junto a su amigo del alma Steve Wozniak la compañía Apple Computer, montando su ´sede central´ en el garaje de los señores Jobs. En la difícil empresa se embarca un emprendedor ejecutivo de Intel llamado A.C. Markkula, ´Mike´ para los amigos, que se convierte en el tercer copropietario de la empresa tras invertir 250.000 dólares.

Tan solo habían pasado tres meses cuando la inventiva de Jobs y Wozniak daba a luz su primer ordenador, el Apple I que salió a la venta al precio de 666,66 dólares. Jobs recordaba años después que si por Wozniak hubiere sido, el primer ordenador de Apple "solo habría servido para jugar". Hecho de madera y fabricado artesanalmente no hace falta decir que el éxito no fue el que se esperaba.

Pero todo iba a cambiar en abril de 1977, tan solo un año después de la fundación de la compañía. En una jugada maestra Jobs lograba introducir su Apple II en muchos colegios de EEUU. De esta manera los ´Steves´ conseguían que el primer contacto con los ordeandores de toda una generación de jóvenes fuera con un producto de Apple.

En 1983, tres años después de salir a bolsa, la compañía presenta la computadora Lisa. Jobs tuvo un gesto paternal al llamarla así en honor a su primera hija, fruto de una tórrida relación de juventud con Arlenne Brennan. Pero las ventas no fueron las esperadas, llegando así el primer gran fracaso de Apple y de Jobs.

El nacimiento de un mito

1984 supone un antes y un después en la historia de Steve Jobs y de Apple. Preciso, creativo y revolucionario en todos los sentidos, Jobs diseña una campaña publicitaria que iba a poner patas arriba el mundo de la informática. Acompañado por uno de los anuncios más impactantes en la historia de la televisión norteamericana –lo dirigió el mismísimo Ridley Scott– Jobs consigue poner en el mercado un ordenador revolucionario a un precio más bajo que la competencia, torpedeando así la línea de flotación de la entonces todopoderosa IBM. Nacía así el Macintosh, el primer ordenador en la historia en usar un entorno de trabajo visual. Junto a la interfaz visual del Macintosh llega otra genialidad que lo cambiaría todo: el ratón.

Hasta luego

Algún tiempo después el genio moría de éxito y tenía que salir por la puerta de atrás de la compañía que él mismo había fundado, pero la cosa no se iba a quedar así. Pocas veces en la historia empresarial moderna una persona ha representado tanto a su propia compañía, y pocas veces una compañía se ha identificado con su creador. La salida de Jobs supuso la fundación de otra compañía –NeXT Computer– con la que iba a desarrollar un nuevo y revolucionario sistema operativo.

Siempre atento a cualquier oportunidad que se presenta y con un sexto sentido único para los negocios, Steve Jobs ha demostrado a lo largo de varias décadas que la ocasión de negocio se encuentra en cualquier esquina. Solo hay que saber verla. En 1986 Jobs compró una pequeña compañía de animación a George Lucas. Su nombre: Pixar. Casi una década después, en 1995, Pixar estrena su primer largometraje, Toy Story.

Alejado totalmente de la órbita de Apple, Jobs se casa en 1991 con Laurene Powell, a quien conoció en una clase de la universidad de Stanford, y con la que tendría tres hijos. Mientras, la compañía que fundó en el garaje de sus padres iba de fiasco en fiasco desembocando en un caos organizativo que la llevaría a presentar en 1993 hasta 19 ordenadores diferentes.

De la mano de Jobs nació la era de la tecnología amiga, amable y para todos que desembocaría en el nacimiento del iPod, el iPhone y el iPad.

Pero el sueño se iba a convertir en pesadilla en el verano de 2004. Con tan solo 49 años Jobs es operado de emergencia para extirpar un agresivo cáncer en su páncreas.

Aunque la alegría iba a durar poco. En abril de 2009 Jobs es sometido en Tennessee a un trasplante de hígado.

Criticado por algunos sectores debido al férreo control que siempre ha ejercido en todos y cada uno de sus proyectos,el genio de Cupertino siempre ha estado patente en la inconfundible chispa de todas y cada una de sus famosas presentaciones y apariciones públicas.

Desgraciadamente, a lo largo de 2011 la salud de Jobs fue empeorando día tras día. Sus pocas apariciones públicas hacían temer que el fatídico día podía llegar en cualquier. En enero Jobs anunció que se tomaba un descanso por prescripción facultativa, regresando en marzo para presentar el iPad 2. En ese momento Jobs parecía estar mucho mejor pero pronto volvió a desaparecer del primer plano mediático. A mediados de año Jobs anuncia que deja la presidencia ejecutiva de Apple en manos de Tim Cook. Finalmente, el miércoles 5 de octubre Steven Paul Jobs, cofundador de Apple, fallecía en su residencia de Palo Alto –California– rodeado por su familia y de centenares de admiradores que se trasladaron hasta allí.

El visionario que redefinió la era digital deja tras de sí una interminable estela de éxitos y de admiradores. Desde el mismísimo presidente de EEUU, Barack Obama, hasta los más importantes personajes económicos y políticos del mundo lloran hoy la pérdida de un hombre que tuvo el loco sueño de querer cambiar el mundo. Y lo consiguió.