Samsung ha reconocido esta semana el fracaso definitivo con su modelo Galaxy Note 7 al anunciar que deja de fabricarlo. Pierde su teléfono estrella para la campaña de Navidades por los casos de explosión e incendio de las baterías. Tras hundirse en bolsa, la compañía ha actualizado a la baja la previsión de ingresos para este trimestre, concretamente, 2.100 millones menos, al pasar de los 6.300 calculados inicialmente a los 4.200 que obtendrán entre julio y septiembre.